Opinion | 23 Jun Un artículo publicado en la víspera en este diario alertaba a los ciudadanos sobre los incendios en hogares como producto de la calefacción, a la vez que daba cuenta de los últimos casos en que los Bomberos de la ciudad debieron socorrer a vecinos en apuros en los últimos días. Ocurre que con la llegada de los primeros fríos, vuelven a ponerse en práctica las diferentes formas de calefacción de hogares y no siempre están presentes las medidas básicas de prevención en el hogar.
Aunque sea una estadística que muchas veces pasa desapercibida lo cierto es que en los últimos años han fallecido al menos entre 11 y 15 personas durante el invierno por causas vinculadas a la calefacción. El descuido en el uso de estufas y las conexiones eléctricas precarias son la causa de más de 70% de incendios en los hogares durante el invierno, según datos de Bomberos.
En el invierno de 2014 se registraron en Uruguay más de 500 incendios de este tipo y la cifra de fallecidos se disparó a 23 personas, lo que es bastante más que las 8 registradas en 2012. Atendiendo a estos números cabría preguntarse qué pasaría si una enfermedad estacional o alguna emergente en la región --como el dengue-- matara cifras similares de personas cada año en nuestro país. Posiblemente existiría gran alarma pública y muchas campañas de información sobre el tema.
En cuanto a los incendios, en verano, por ejemplo, la atención está centrada en la prevención de incendios forestales o de campo, aunque a diferencia de éstos, en invierno ocurren los que suelen tener más víctimas faltes ya que se dan en lugares cerrados o cuando las víctimas están durmiendo.
El riesgo de incendio es mayor en todas las viviendas que utilicen sistemas de calefacción móviles, como estufas a gas, cuarzo o resistencia, así como los braseros que aún se utilizan en los hogares más pobres. Indudablemente la precariedad de la vivienda, generalmente construidas con materiales altamente inflamables, es un factor que incide puesto que allí los elementos de calefacción no siempre están a la distancia adecuada de otros objetos, o se los utiliza también para otras tareas como el secado de ropa o para cocinar. No obstante, también ocurren incendios provocados por otro tipo de aparatos de calefacción tanto por descuidos o falta de prevención.
En cualquier caso y contexto, cabe atender a las recomendaciones que en estos días está realizando al Dirección Nacional de Bomberos y, sobre todo, actuar con cuidado y sentido común adoptando las medidas de prevención básicas en el hogar para que no ocurran pérdidas materiales y humanas totalmente evitables.