Rurales | 02 Jul Conaprole fijó el precio de remisión de leche correspondiente a junio registrando una nueva baja. En esta oportunidad, la caída en el valor del precio percibido por el productor se ubica en el 6%, en comparación con el mes anterior ($8,60 en mayo), a $8,11 por litro, con 3,88% de grasas y 3,34% de proteínas.
Néstor Cabrera, productor lechero integrante de la ANPL, comentó que la fijación de Conaprole es “un poco lo que esperábamos”, agregando que “si bien no nos gusta, es lo que viene pasando por todo lo que ya conocemos”.
Afirmó que hay que tener en cuenta “el fondo lechero, que ayuda a mantener los precios, que hicimos los productores de la planta y el directorio lo está manejando con buen criterio”.
Finalmente, Cabrera se refirió al ganado: “no está en todos lados igual, hay lugares en que está un poco más sentido y en otros, en buen estado, con buenos niveles de producción y de sólidos”. Además, explicó a El País que “es importante manejar bien las reservas y las dietas”.

ARU CON LECHEROS
La Directiva de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) recibió al presidente de la Sociedad de Criadores Holando del Uruguay, Fabián Hernández, y al presidente del Instituto Nacional para el Mejoramiento Lechero, Juan Ignacio Mangado, ambas instituciones socias de ARU, ante la alarmante situación que atraviesa el complejo agroindustrial lechero de Uruguay, según un comunicado emitido por la gremial en las últimas horas. Tras el encuentro, el presidente de la ARU, ingeniero agrónomo Ricardo Reilly Arrarte, comentó que la reunión sirvió para analizar e intercambiar ideas sobre la grave dificultad que atraviesa el sector lechero y sus industrias exportadoras para competir en un mercado internacional con precios en baja.
“Se analizaron las múltiples causas que llevaron al cierre de dos plantas industriales y las consecuencias para los productores remitentes, que debieron, sin capacidad de negociación ninguna, recurrir a la buena voluntad de otras empresas para poder continuar remitiendo su leche”, subrayando que “también se analizó, con preocupación la seria posibilidad de que se esté ante un proceso de reducción en el número de plantas industriales, que afecta la competencia entre las industrias lácteas, lo que significaría un retroceso en el proceso de desarrollo de la lechería nacional”. Se entendió como oportuna la reinstauración de ayudas financieras a la producción, mediante fondos específicos como, en su momento, lo fue el Fondo Lechero. No obstante, se advierte que estas ayudas son puntuales y que, en el largo plazo, la viabilidad del rubro depende, por encima de todo, de la capacidad de la producción nacional para competir en los mercados internacionales.
El presidente de ARU hizo énfasis en que la institución asumió el compromiso, junto con sus gremiales socias, de mantenerse alerta en la evolución de esta crítica situación.