Opinion | 30 Jun Seis personas fueron condenadas la semana pasada en Durazno por conducir motocicletas sin utilizar casco protector. De acuerdo a lo informado por diario El Acontecer, la Justicia determinó que esas seis personas realicen tareas comunitarias, habiendo sido condenados como autores penalmente responsables de una falta de conducción de vehículos motorizados sin casco protector; la pena será realizar tareas comunitarias durante siete días o prisión equivalente.
En un período de tres meses, la Policía realizó más de medio centenar de operativos. Estas intervenciones se produjeron en procedimientos conjuntos efectuados por personal policial y del gobierno departamental duraznense.
De las casi 4.000 motos controladas, 287 fueron incautadas por diversos motivos. Además, se efectuaron más de 2.400 alcoholimetrías, de las cuales 273 tuvieron resultado positivo procediéndose con las sanciones correspondientes.
Desde la entrada en vigencia de la Ley de Faltas la cantidad de personas condenadas por infracciones en el tránsito ha ido en franco aumento. Dicha ley, cuyo número es 19.120, prevé en su inciso 5º del artículo 365, que la pena con trabajo comunitario podrá ser de 7 a 30 días inclusive para quienes conduzcan vehículos motorizados sin el casco reglamentario.
El referido artículo prevé similar sanción en casos de infracciones de tránsito muy corrientes tales como la conducción de vehículos motorizados al doble o más de doble de la velocidad permitida en cualquier vía de tránsito, la conducción en estado grave de embriaguez con niveles de alcohol en la sangre superiores a 1,2 gramos por litro. La misma sanción puede aplicarse a quienes conduzcan vehículos motorizados sin haber obtenido del organismo competente los permisos correspondientes o si los mismos le hubieren sido suspendidos o cancelados, así como los que realizan “picadas”.
En este sentido, es clara la ley en cuanto a que la referida sanción se aplicará a los que en carreteras, calles, vías de tránsito en general y en lugares no autorizados expresamente participe en carreras u otro tipo de competencias valiéndose de un vehículo con motor.
Sin lugar a dudas que la ejemplarizante resolución judicial aplicada a motociclistas en Durazno fija un claro antecedente en cuanto a la aplicación de la norma y es de esperar que sea un elemento que tengan en cuenta los múltiples motociclistas que a lo largo y ancho del país circulan sin casco o, por diferentes motivos, incurren en infracciones como las señaladas anteriormente. Es muy difícil creer en la actualidad que haya motociclistas que desconozcan la obligatoriedad de cosas tan básicas como usar el casco y, por otra parte, tampoco la ignorancia es excusa en este caso. Sin embargo, resulta lamentable --cuando no trágico-- que cada día tantas personas pongan en riesgo su vida y la de sus hijos, amigos o familiares que transportan en moto por no hacer algo tan simple como usar casco.