PADRES RECIBIERON NUMEROSOS LLAMADOS TELEFÓNICOS

Policiales | 07 Jul Los padres del joven montevideano José Ignacio Susaeta, quien es intensamente buscado desde que desapareciera en enero, viajaron --por tercera vez desde que se produjera la desaparición-- a Paysandú a raíz de numerosos llamados telefónicos recibidos para indicarles que éste había sido visto en distintos lugares del departamento.
Unos de los últimos lugares donde podría haber sido visto son las inmediaciones del Parque Guyunusa, en tanto informaciones anteriores lo ubicarían en Araújo, por Ruta 26, según dijo a EL TELEGRAFO la madre del joven, Alejandra Rodríguez, quien dejó en claro que la única información sobre la presencia del joven en Paysandú son los llamados telefónicos de personas que dicen haberlo visto, en base a la foto de un afiche difundido por Facebook y otros medios.
Según la información recabada por la familia con los llamados telefónicos recibidos en los últimos días, a Ignacio lo vieron “en terrenos baldíos, en la ruta, por las calles de Paysandú sin rumbo y desprolijo”. Consultada al respecto, la madre indicó que el joven no tiene vínculos familiares o de otro tipo en Paysandú, pero que no es la primera vez que reciben este tipo de llamados.
Por otra parte, fuentes judiciales del departamento de Canelones (que son quienes llevan adelante el caso desde que se encontró el auto de Ignacio en Lagomar) dijeron públicamente que la búsqueda del joven se “entrecortó cuando dejaron de haber elementos probatorios, o algo que diera indicios de que podía estar en algún lugar”.
En tanto desde el Ministerio del Interior se informó que los padres de Ignacio se reunieron con la Dirección de Crimen Organizado a fin de brindar más detalles sobre el caso. En este sentido, la Policía también inició una búsqueda --hace dos semanas aproximadamente-- por Paysandú, donde tampoco se pudo dar con el joven desaparecido ni con gente que de mayores pistas de dónde podría estar.
José Ignacio Susaeta, de 23 años, desapareció el pasado 23 de enero de manera sorpresiva. El momento coincide con el cumpleaños de su padre, y un día después de que el joven estudiante en la Facultad de Ingeniería estuviera una semana de vacaciones en el balneario Punta del Diablo. Esa noche, Ignacio salió de su casa a las 20.30 aproximadamente, en su auto marca Chevrolet Spark negro de camino a la casa de un compañero de clase y luego, según relataron los padres en reiteradas ocasiones, pasaría a buscar a su novia. Pero nunca llegó a ninguno de los dos destinos. Dos días más tarde, el auto apareció sin señales de violencia en la zona de Lagomar, cerca de su domicilio.