Deportes | 06 Jul Los dos técnicos afirmaron en conferencia de prensa que sus equipos merecieron ganar. Pero en esto del fútbol, en el que no existen los merecimientos, Chile se metió en la historia grande del fútbol continental al obtener el sábado su primera Copa América, al derrotar por penales, 4 a 1 luego de empatar sin goles tras el tiempo reglamentario y el alargue, a Argentina.
Uruguay sigue mandando en el historial copero con 15 títulos, seguido por Argentina con 14, Brasil con 8, Paraguay y Perú 2, y Bolivia, Colombia y ahora Chile con una.
Los trasandinos, orientados por el argentino Jorge Sampaoli, se aplicaron a rajatabla a la idea del entrenador, y alcanzaron el premio planteado de antemano como locales: no dejar pasar la oportunidad de hacer historia.
Con buen fútbol por momentos, con más trabajo de lo pensado en algunos partidos, pero con la idea de un juego vertical, Chile logró ir sacándose rivales de encima a lo largo del torneo, aunque no sin polémica en algunos casos.
Pero no solo Chile estuvo envuelto en rumores, que se acrecentaron sobre todo tras el partido ante Uruguay, por la expulsión de Cavani tras la agresión de Jara, sino por una serie de hechos como la continuidad del árbitro brasileño Ricci, la rebaja de la sanción al propio Jara, o la expulsión del torneo del brasileño Neymar, entre otros.
La versión 2015 de la Copa América estuvo en el ojo de la tormenta, al punto que el presidente de la Conmebol recién pisó Chile para entregar la Copa en la final.
Los trasandinos fueron justos vencedores de un torneo en el que, con el paso de los partidos, solo parecían tener a un equipo que podía impedirles el festejo: Argentina.
Y más allá de que la final fue pareja, de que los albicelestes tuvieron la posibilidad de ahogarle el festejo, Chile salió airoso al menos en los penales.
Argentina, en tanto, dejó pasar una nueva oportunidad. Así como Chile cuenta con la mejor generación de jugadores de los últimos tiempos en su selección, no cabe dudas que con Argentina pasa lo mismo, aunque los chilenos al menos cosecharon un título.
Esta generación de albicelestes, con Messi a la cabeza, sigue sin poder festejar y, como contrapartida, continúa perdiendo finales. El año pasado perdió la del Mundial ante Alemania, y ahora la de la Copa América, torneo en el que cayó en las últimas tres finales que protagonizó.