Opinion | 06 Jul Pongámonos en situación remitiéndonos a unas pocas transcripciones. En su edición de hace pocos días el semanario “Búsqueda” publicó una extensa nota bajo el título: “Una profesora de Mercedes y dos submarinistas ubican el primer emplazamiento español en el Uruguay”.
En su, lamentablemente, última edición La Hoja de los Jueves de Young titula dos artículos de la siguiente manera: “Fray Bentos se prepara para celebrar la declaración como Patrimonio de la Humanidad”, “El Museo de la Revolución Industrial”.
Recientemente publicamos la siguiente información: “El historiador argentino Mario ‘Pacho’ O’Donnell presentó en Paysandú su libro '1815 - La Primera Declaración de Independencia Argentina'. En este trabajo, O’Donnell reivindica al ‘Congreso de Oriente’, que tuvo lugar en Concepción del Uruguay (Entre Ríos) el 29 de junio de 1815. Como la primera declaración de independentista, una instancia en la que participaron representantes de los Pueblos Libres: las provincias litoraleñas de Corrientes y Entre Ríos, Misiones, Santa Fe, Córdoba y la Provincia Oriental”.
“Lo introducción estuvo a cargo del ingeniero Eduardo Pérez Torres, historiador y presidente de la Federación Gaucha de Salta y de la Confederación Gaucha Argentina, quien valoró a Artigas como un caudillo cuyo alcance trasciende ampliamente las fronteras de lo que hoy es la República Oriental del Uruguay, entonces Provincia Oriental”.
“La actividad fue organizada por la Universidad Nacional de Avellaneda (Provincia de Buenos Aires) y la Universidad de Concepción del Uruguay, con el auspicio del Consulado Argentino en Paysandú y el apoyo de la Intendencia Departamental de Paysandú”.
“En el acto de presentación de la obra estuvieron presentes el cónsul argentino en Paysandú, César Faes, el presidente del Consejo Rector de Universidades Privadas de Argentina y además rector de la Universidad Fata, doctor Juan Carlos Mena, el vicepresidente del consejo mencionado y rector de la Universidad de Concepción del Uruguay, doctor Héctor César Sauret, el secretario del Consejo Rector y rector de la Universidad Abierta Interamericana, magister Rodolfo de Vincenzi, la rectora de la Universidad Salesiana de la Argentina, magister Martha Pini, el rector de la Universidad de Congreso, licenciado Francisco Piñón, el rector de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, doctor Gastón O’Donnell y el director del Departamento de Producción y Trabajo de la Universidad Nacional de Avellaneda, licenciado Walter Romero”.
Ante tales informaciones veamos cómo ha actuado Paysandú en situaciones similares. Aquí, pese a las referencias que se han publicado, nunca se ha investigado con seriedad sobre el significado de los enormes postes tallados a mano hallados enterrados en la desembocadura del río Queguay en el Uruguay o sobre los restos de un navío supuestamente vikingo que aparecieron en el lecho del río cuando se estaba construyendo el puente internacional “General Artigas”. Tampoco se ha tratado de ubicar los pueblos desaparecidos del departamento como San José del Uruguay y Pueblo Guaviyú.
Con relación a la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la planta fraybentina --de absoluta justicia al igual que la de la ciudad de Colonia-- produce sin dudas alegría pero causa a la vez un regusto amargo al recordar que un lapidario “sale muy caro” sepultó la posibilidad de tramitar la misma declaración para la Capital de los Pueblos Libres, la Villa de la Purificación así como del perímetro de la Defensa de Paysandú, “la Troya americana porque lo es” al decir de Gabino Ezeiza.
Es cierto que en algún momento se dijo que se gestionaría la Declaración de Patrimonio Histórico del Mercosur pero, por lo que sabemos, debe haber tenido el mismo destino que todo lo que entra al Mercado Común del Sur.
Por otra parte, es de comentar que no hay error en la información sobre la conferencia del prestigioso “Pacho” O’Donnell. Entre los aproximadamente quince sanduceros asistentes no había ninguna autoridad actual y sólo dos --repetimos, dos-- profesores de Historia.
Se puede aludir al concierto de errores y aciertos que ha sido el tratamiento oficial de la historia sanducera en el último quinquenio, sin olvidar el valioso esfuerzo de algunos particulares que están logrando recuperar la Estatua de la Libertad, destrozada a cañonazos un siglo y medio atrás, pero hoy no podemos revocar el pasado sino apuntar hacia el futuro, y no es un juego de palabras, de nuestro pasado.
La historia de Paysandú es de todos y todos estamos representados en el gobierno departamental razón por la cual es muy importante que se actúe, y mucho, en ese sentido. Está claro que volcar la responsabilidad sobre un funcionario no es ni conveniente ni adecuado, hablando siempre del “tratamiento” de la historia local.
Creemos que lo más adecuado sería crear un instituto, una academia, u otra institución similar para que adopte las directivas del trabajo. Es decir que promueva tanto la investigación como la exhibición y la difusión de todos los aspectos de la valiosa historia sanducera.
Entendemos que el organismo, quizás paramunicipal, debería ser integrado honorariamente por quienes designe el Ejecutivo Departamental a través de su Dirección de Cultura y quedarían en su órbita todas las dependencias relacionadas, como museos, bibliotecas, archivos y demás.
Crear un Instituto Histórico Sanducero sería un gran acierto y, estamos seguros, los más destacados historiadores, investigadores y profesores sanduceros brindarán sus conocimientos y su esfuerzo por tal iniciativa.