Paysandú, Miércoles 08 de Julio de 2015
Rurales | 07 Jul El Modelo de Explotación de Ganadería Extensiva (MEGanE), utilizado por el Instituto Plan Agropecuario para realizar un monitoreo exhaustivo de la situación predial en el área más comprometida de la regional Litoral Norte, focalizada en el noreste y centro del departamento de Paysandú, y el sureste del departamento de Salto, coincidente con predominancia de suelos superficiales de Basalto, generó buenos resultados para la investigación.
El trabajo se desarrolló debido a las condiciones de déficit hídrico desde febrero hasta fines de abril, para lo que se tomaron en cuenta diversas tipos y fuentes de información, como las lluvias y el agua disponible en el suelo, las estimaciones de crecimiento de pasturas (información disponible del IPA, a partir del convenio con la Universidad de Buenos Aires y las situaciones prediales, a partir de información recabada por informantes calificados (productores, técnicos) y el cuerpo técnico del IPA.
A pesar de la gran heterogeneidad predial, fue posible identificar y caracterizar dos situaciones predominantes. Por un lado, predios con normal y buena disponibilidad de pasto (entre 5 y 7 centímetros de altura de pasto), de baja calidad (pastura seca) con cargas animales ajustadas y ganados en buena condición corporal. Esta es la situación mayoritaria (70% de los casos), a juicio de los informantes.
La otra situación es sobre predios con baja disponibilidad de pasto (menor a 5 centímetros de altura de pasto), de baja calidad, cargas animales excedidas y ganado en pobre condición corporal. Esta situación está fuertemente asociada con los predios de menor superficie y se presenta minoritariamente a juicio de los informantes, en un 30% de los casos.
Es generalizable la problemática de disponibilidad de aguadas, que dificulta el uso adecuado de los diferentes potreros. Resaltan los tajamares realizados a través de proyectos PPR, que están con buena disponibilidad y calidad de agua para abrevadero.
Identificadas las dos tipologías de situaciones prediales y utilizándolas como situación inicial (al 1º de mayo) se realizaron diversas simulaciones para explorar las posibles evoluciones productivas de dichas situaciones al fin del invierno y al inicio del entore, utilizando el MEGanE.
El MEGanE es un modelo generado por el IPA para relacionar la pastura y el animal, que no considera la calidad de la pastura, no maneja probabilidades de ocurrencia de eventos y por tanto tiene fines didácticos y no pronosticar situaciones. Ya había sido utilizado como herramienta para la reflexión sobre los procesos físico-biológicos en el proyecto Integrando conocimientos del IPA.
RESULTADOS
Se realizaron simulaciones para distintas situaciones iniciales (al 1º de mayo), a los efectos de tener un mayor espectro de escenarios productivos.
Predios con buena disponibilidad de pasto (7 centímetros de altura), buena condición corporal del ganado, carga animal de 0,8 UG/ha y clima invernal normal. Para esta situación, el modelo presenta una evolución muy correcta del ganado, llegándose al período previo al entore (1 mes antes) con 353 kilos.
Sobre la base del excelente volumen de pastura acumulado como reserva en pie, el ganado logra mantener y aun mejorar la condición corporal durante el invierno y la pastura en ningún momento desciende por debajo de los 5 centímetros de altura.
Otra simulación es con predios con normal disponibilidad de pasto (5 centímetros de altura), buena condición corporal del ganado y carga animal de 0,8 UG/ha. Esta situación fue a su vez subdividida en dos simulaciones: incorporando la posibilidad de un clima invernal normal (b1) o malo (b2). Para el caso b1, los animales transcurren el invierno sin pérdida de peso corporal, pero llegan al período previo al entore con 340 kilos, o sea, una condición corporal de 3. Para el caso b2 (clima malo), las vacas pierden algo de peso invernal y no logran recuperarse al próximo entore, llegando a un peso vivo, un mes previo al entore, de 328 kilos, equivalente a 2,6 de condición corporal.
Lo anteriormente descrito evidencia que trabajar con disponibilidades de pastura al inicio del invierno muy cercanas a los 5 centímetros hace al sistema muy sensible a verse afectado por cualquier evento que altere el normal desempeño productivo de los animales, como el clima.
También se trabajó en predios con baja disponibilidad de pasto inicial (3 centímetros de altura), carga animal alta (1 UG/ha) y dos situaciones de condición corporal inicial del ganado (c1) y (c2), bueno y malo respectivamente.
Para el caso c1, las vacas pierden peso en el período invernal como consecuencia de la muy baja disponibilidad de pasto y llegan un mes previo al entore (fin de octubre) con 316 kilos y, por ende, dificultarían un correcto desempeño reproductivo.
Para el caso c2, dado que el campo ingresa al invierno sin reserva ninguna de pasto y la condición corporal del ganado es muy pobre, no solo se compromete el desempeño productivo y reproductivo, sino que probablemente los animales más débiles del lote morirán.
A TENER EN CUENTA
Los técnicos del Plan Agropecuario responsables del trabajo entienden que la importancia de integrar distintas fuentes de información parece relevante en estos casos. Las situaciones prediales son únicamente evaluables en el terreno y monitoreando los sistemas productivos, lo que permite integrar la pastura, el animal con el sistema operativo y de decisiones. Sobre la base de lo anterior, el esfuerzo de establecer tipologías de situaciones contribuye a caracterizarlas.
Los modelos de simulación, como el MEGanE, permiten establecer escenarios posibles y así generar diálogo con los productores sobre la evolución posible de las explotaciones y las medidas técnicas a encarar para adaptarse a diferentes situaciones, en este caso generadas por un déficit hídrico. Este tipo de herramientas está orientado para ayudar en la toma de decisiones. Hasta ahora se trabajó a nivel predial con productores, sin embargo, en esta oportunidad se realizaron escenarios para apoyar decisiones de política pública. Si bien existen antecedentes de utilización del MEGanE para evaluar posibles impactos de políticas públicas, esta ocasión constituye un gran desafío para probar el modelo en otros contextos y, al mismo tiempo, representa una utilización innovadora y prometedora.
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