Deportes | 11 Jul Día de la Independencia en Argentina. Feriado en el vecino país, donde la boxeadora sanducera Cecilia Comunales se prepara intensamente para afrontar el 8 de agosto un doble desafío, dado que ese día peleará en el Radisson de Montevideo por una doble corona: los títulos Internacional Superligero de la AMB y el CMB.
La preparación a cargo del profesor Jorge Ocampo no tiene respiro. Tan es así que el 9 de julio Comunales entrenó a las 9.30 de la mañana, y se casó a las 14 horas en el templo mormón ubicado a pocas cuadras de su casa.
Comunales y Sergio Márquez se casaron por civil en Paysandú el 26 de agosto de 2012, pero faltaba el otro paso.
"Era la ceremonia que nos faltaba, la ceremonia mormona. Fue en el templo de Buenos Aires, cerquita de casa, a seis cuadras de donde vivimos", relató "La Reina" a EL TELEGRAFO.
"Entrené a la mañana y nos casamos a la tarde. El profe no me dio libre, pese que acá era feriado. Ocampo siempre dice que el boxeador no tiene dolor, cumpleaños, casamiento ni nada, así que hubo que entrenar como todos los días", agregó entre risas, para afirmar luego que "el festejo quedará para después del 8 de agosto; esperemos que sea un doble festejo". Comunales afronta con la mayor responsabilidad el desafío que tiene por delante, y está a la vista por si faltaba alguna muestra. No descansó ni el día de su casamiento religioso.
"Estuvimos con mi familia, con mi mamá, mis hermanos, y amigos de la iglesia. Somos sencillos y queríamos algo simple. La familia se extraña, estamos lejos, pero en esta etapa de mi preparación no puedo estar de fiesta", afirmó.
La sanducera enfrentará el próximo 8 de agosto a la dominicana Lina Milagros Tejada en una velada internacional de primer nivel que sumará un torneo de poker, al mejor estilo de Las Vegas.
"La Reina" no afloja, está sumergida de lleno en la intensa preparación y tiene en claro que el gran objetivo será conquistar esta doble corona para volver a hacer historia en el boxeo uruguayo, después de haber logrado el cinto mundial Ligero de la AMB, título que dejó vacante al decidir subir una categoría para asumir un nuevo desafío.
Mientras, se hizo tiempo para pasar por el templo. Pero no para festejar. Y menos pudo darse el lujo de descansar el día de su boda.