Deportes | 05 Jul CHILE 0 (4) ARGENTINA 0 (1)
Escenario: Estadio Nacional de Santiago. Árbitros: Wilmar Roldán, Alexander Guzmán y Cristian De la Cruz (Colombia).
Chile: Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Francisco Silva, Jean Beausejour, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz, Arturo Vidal, Jorge Valdivia (74’ Matías Fernández), Eduardo Vargas (94’ Angelo Henríquez) y Alexis Sánchez. DT: Jorge Sampaoli.
Argentina: Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Nicolás Otamendi, Martín Demichelis, Marcos Rojo; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Javier Pastore (81’ Eber Banega); Lionel Messi, Angel Di María (29’ Ezequiel Lavezzi) y Sergio Agüero (74’ Gonzalo Higuaín). DT: Gerardo Martino.
Amonestados: Silva, Medel, Díaz, Aránguiz (C); Rojo, Mascherano, Banega (A).
Definición por penales: Matías Fernández (C), gol; Lionel Messi (A), gol; Arturo Vidal (C), gol; Gonzalo Higuaín (A), afuera; Charles Aránguiz (C), gol; Eber Banega (A), atajado; Alexis Sánchez (C), gol.

Por primera vez en su historia Chile se consagró campeón de la Copa América, al derrotar a Argentina por penales, 4 a 1, tras empatar sin goles en el tiempo reglamentario y en el alargue.
En Santiago, los trasandinos dieron rienda suelta a la alegría tras alzar la Copa América, torneo que organizaron en esta versión 2015 con tan buen suceso, que el plantel que orientó el argentino Jorge Sampaoli se metió en la historia del fútbol continental.
Si había alguno que podía hacerle fuerza a este Chile, que podía medir la real valía del dueño de casa, que podía exigirlo futbolísticamente para que diera la medida justa, era Argentina.
Pero los albicelestes, plagados de estrellas, tampoco pudieron con el dueño de casa y, para colmo, sumaron una nueva página de fracaso en cuanto a títulos, de manera sorprendente.
El partido tuvo un primer tiempo apasionante, rápido, de ida y vuelta por momentos, luego de que Argentina, que en pocos minutos se quedó sin Di María por lesión, pudo salir del asedio trasandino. Chile apostó a presionar arriba, a lastimar por la derecha. Vidal fue el primero en exigir a Romero, en un intento de comenzar a plasmar una superioridad en el terreno que poco a poco se fue esfumando, porque Argentina comenzó a manejar la pelota.
A tal punto que Bravo evitó el gol tras un tiro libre de Messi que terminó con la pelota en la cabeza de Agüero.
Fueron y vinieron. Intentaron limitar el juego de uno y otro, aunque encontraban espacios. Pero siempre, más allá de que a la larga el partido sería relativamente parejo, Chile dio la sensación de estar mejor en la cancha.
Y lo tuvo por dos veces, primero por parte de Vidal y luego de Sánchez, aunque el rival llegó sobre el final del primer tiempo. El complemento cayó sensiblemente, Chile intentó seguir manejando la pelota, mientras del otro lado Messi desapareció definitivamente.
Pero cuando el alargue pedía cancha, Sánchez recibió en el área y de primera acomodó el cuerpo para rematar apenas cruzado, y ya sobre el final Higuaín pudo haber liquidado el partido si llegaba a la pelota cruzada por Lavezzi.
Así se fueron al alargue. Y ahí, en el primer tiempo, se lo perdió Sánchez de manera poco creíble, tras un error de Mascherano en mitad de cancha que derivó en el pique endiablado del delantero chileno, y su posterior mala definición.
Después los dos se cuidaron, como resignados a los penales. Y ahí, en la definición, Higuaín la mandó a las nubes y Bravo le contuvo a Banega para desatar la locura roja, generalizada, contenida después de tantos años de frustraciones. Porque, ahora sí, Chile es campeón de América.