Policiales | 08 Jul Seis personas, entre ellas empleados de una cadena de supermercados, fueron procesadas por la Justicia tras comprobarse su responsabilidad en un hurto de mercadería valuado en la suma de un millón de pesos, maniobra que llevaba más de un año y medio en ejecución. En tanto, uno de los involucrados --procesado recientemente por los hechos de contrabando a través del puente internacional-- fue derivado al Instituto Nacional de Rehabilitación, tras conocerse que era quien comandaba la operativa.
De acuerdo a información de carácter extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO se supo que el hecho comenzó a descubrirse en los primeros días de mayo, ocasión en que una firma nacional --que en 2014 había adquirido los cuatro supermercados locales-- notó la irregularidad durante la realización de balances. Inmediatamente, encargados de la firma se presentaron en la Seccional Primera y radicaron la denuncia.
Contando con varios elementos, personal policial comenzó a investigar el hecho, lográndose la detención de once personas, entre ellas empleados, exempleados, propietarios de comercios que adquirían mercadería por cantidades y dos carreros, quienes habitualmente se encargaban de retirar las bolsas de residuos del predio.
Asimismo, a raíz de los testimonios obtenidos se pudo conocer el modus operandi que venían empleando al menos seis de los implicados. Al parecer, empleados activos –encargados de la reposición de mercadería en las góndolas-- armaban bultos con cajas, nailon y demás elementos destinados a la basura, dentro de los cuales escondían comestibles y bebidas. Estos bolsones eran llevados hacia el exterior del local, en donde --con ayuda de al menos dos guardias de seguridad de la empresa-- eran entregados al carrero, quien pasaba en la noche a hacer las correspondientes entregas a los domicilios de los demás involucrados, como así también en la finca de un familiar de uno de los autores de los hurtos, ubicada en Nuevo Paysandú. Del trabajo de inteligencia, realizado por efectivos de la Seccional Primera, se desprendió también que otros de los “beneficiarios” se dedicaban a revender la mercadería en pequeños comercios de sus barrios, haciéndose de algún dinero “para el pichuleo”.
Por su parte, elevadas las actuaciones a la Justicia, el magistrado de Cuarto Turno dispuso el procesamiento sin prisión de J.M.G.V., de 48 años; J.L.D.M., de 25; R.G.L. y C.E.V.M., ambos de 20 años --dependientes y ex- empleados del comercio-- por reiterados delitos de hurto y receptación. Y el procesamiento con prisión de Agustín Larrosa, de 26 años, por la comisión de reiterados delitos de hurto en calidad de autor.
En los primeros de junio, Larrosa había sido procesado por el delito de contrabando, tras la investigación que permitió poner en jaque el trasiego de cigarrillos a través del puente internacional.