Paysandú, Martes 14 de Julio de 2015
Opinion | 14 Jul A propósito de las dificultades que plantea la coyuntura económica en el país, en el partido de gobierno se presentan nítidamente dos posturas que promueven, por un lado la austeridad y, por otro, acrecentar nada menos que el gasto estatal. Al punto que el sector del vicepresidente Raúl Sendic ha planteado la idea de generar reactivación económica mediante el uso de las reservas del Estado para desarrollar obra pública, lo que es poco menos que poner la cuerda en manos del suicida en potencia.
Así, el uso de reservas internacionales del Banco Central para obras de infraestructura gana peso dentro del Frente Amplio. Además del Pit Cnt, que quiere echar mano sobre U$S 2.500 millones, el grupo del vicepresidente Raúl Sendic (Lista 711) impulsa esta propuesta como una salida para atender las debilidades del país en materia de obras.
Cuando el recorte de la inversión pública está en debate en la coalición de izquierdas, el grupo de Sendic propone cambios tributarios y el uso de parte de las reservas existentes (que a julio llegan a U$S 18.193 millones) para sostener el gasto en obra pública, como una medida contracíclica para enfrentar la desaceleración de la economía.
El senador de la Lista 711 Leonardo De León dijo a El País que se podrían usar las reservas internacionales “porque tenerlas siempre supone un costo. Tal vez se podría usar en un pequeño porcentaje para ayudar al plan de infraestructura, junto con otras medidas”. Expresó que también es partidario de analizar otro tipo de medidas, “como puede ser revisar las exoneraciones” al Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas, que es un tema que está en el programa del Frente Amplio.
En el sector de Sendic asimismo pretenden revisar las exenciones previstas en la ley de inversiones. “Algunas veces, algunas empresas vienen y hacen inversiones importantes con un nivel de exoneraciones importantes. Tenemos que ver qué tipos de inversiones quiere el país desde el punto de vista tecnológico, ambiental y de agregado de valor”, señalaron. A su vez sectores como el Movimiento de Participación Popular y el Partido Comunista promueven un “giro a la izquierda en materia económica”, que ya fue rechazado por el astorismo.
El exsubdirector de OPP, el mujiquista Gerónimo Rocca, se mostró partidario del uso de las reservas del Banco Central. “¿Con más de U$S 6.000 millones de exceso de reservas no puede discutirse su uso para amortizar deuda desde otra óptica que no sea la de meter miedo?”, preguntó en Twitter.
Pero el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, aseguró en las últimas horas al programa En Perspectiva de radio Oriental que no maneja “la posibilidad de recurrir al uso de las reservas, que son una fortaleza que el país tiene que cuidar mucho”. En tanto el Pit Cnt señala que quiere usar parte de las reservas internacionales en infraestructura o pago de deuda, y aumentar la carga tributaria sobre los que ganan más, consignó La Diaria.
Precisamente esta semana estará pronto un documento de la central sindical que aborda el presupuesto nacional desde cinco grandes áreas: salarios públicos, educación, gastos sociales, inversiones en infraestructura y logística y cambios en el sistema tributario. El director del Instituto Cuesta Duarte del Pit Cnt, Milton Castellanos, dijo que “el uso de reservas es una cosa delicada que tiene que ver con las inversiones y no puede ser para gastos permanentes, como salarios. Tienen que ser usadas para cosas puntuales, como por ejemplo carreteras”.
El Pit Cnt calcula que hay U$S 12.000 o U$S 13.000 millones de reservas que se pueden utilizar, pero plantea que entre U$S 2.000 y U$S 2.500 millones se empleen para la inversión pública o como adelanto de deuda, lo que implicaría un achicamiento del pago de intereses. Fuentes dijo que “utilizar U$S 2.500 millones de reservas no le va a restar credibilidad al país, sobre todo si se usa para achicar deuda o para generar inversión privada”.
Por otro lado, en la conjunción de planteos y propuestas, este martes el Consejo Superior del sector público se reunirá por primera vez para intercambiar el contenido de las pautas salariales para los funcionarios del Estado. El secretario general del Pit Cnt, José Lorenzo López, indicó a El País que se pedirá incrementar los salarios en el mismo porcentaje que el crecimiento de la economía. Las proyecciones del ministro Danilo Astori indican que la economía crecerá entre el 2,5%y el 2,8% del PBI este año. Asimismo, la central pretende que a los funcionarios se les extiendan beneficios de los privados, como por ejemplo el cobro del salario vacacional, es decir un gasto adicional para las arcas estatales.
Ahora, en lo que refiere al uso de las reservas, si bien estamos ante un planteo que no es novedoso, sí es pertinente e ilustrativo que se identifique de donde proviene la gran mayoría de las reservas. El economista Javier De Haedo, en una reciente entrevista con el programa “En la Mira”, explicó que lamentablemente las reservas con que cuenta Uruguay no son producto de recursos acumulados como consecuencia de un superávit primario, es decir acumulado por el país a partir del ahorro, sino que se ha hecho en base a emisión de bonos de deuda, y corresponde por lo tanto a endeudamiento del país.
Esto es poco menos que vender las joyas de la abuela, y no resuelve el problema que dista mucho de ser “coyuntural”. Es que más allá de la crisis regional, el lastre de Uruguay está en el costo del Estado, que resta competitividad a los productos nacionales en el mercado internacional, situación que sólo pudo revertir una excepcional coyuntura en la cual países como China y Venezuela pagaban precios históricamente altos por algunas cosas que nuestro país produce. Pero en situaciones normales, es impensable volver a los crecimientos de la década pasada, y que es imprescindible volver a alcanzar para sostener el crecimiento del gasto público que pretenden varios sectores del Frente Amplio.
Es más: si no fuese por las “ventajas” que brinda la ley de inversiones --los “beneficios fiscales” no son más que reducciones en la mordida del Estado--, probablemente las empresas que se instalan en el país serían muchísimas menos, por lo que poner limitaciones a la ley de seguro va a afectar fuertemente la radicación de capitales productivos en el país.
En fin, sería un desaguisado tras otro, como recursos extremos, solo por no haber hecho las cosas que se debían hacer cuando la plata entraba a raudales, y creyéndose que eso era así por la excelente administración del gobierno de turno.
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