Rurales | 15 Jul Hoy se inicia el trabajo de calificación de los jurados de Argentina y Uruguay en la tradicional Exposición Avícola sanducera, organizada por Avicultores y Cunicultores Unidos de Paysandú (ACUP) y que marca el inicio en el país de la zafra de exposiciones.
Entre lunes y martes Mario y Rodrigo Jacquet, provenientes de Colón, provincia de Entre Ríos, fueron los responsables de la admisión de los productos. “Nos encontramos con animales de muy buena calidad y razas que sobresalen de otras, con ejemplares que han mejorado respecto a otros años y razas que han decaído un poco”, expresaron a EL TELEGRAFO.
“Vimos muy buenos Playmouth Blanco y Orpington Negro”, dijo Mario Jacquet, quien añadió que “se observaron algunos inconvenientes en el traslado de los animales. Como viajan en cajones se dañan algunas plumas y nosotros, como jurados de admisión, anotamos los detalles para que después no surjan quejas de que el animal se dañó dentro de la exposición”. También se revisa en lo atinente a sanidad, “observando ácaros, piojos, etcétera”. De todas maneras, aclaró que habitualmente “el animal llega bien presentado y bañado”. La muestra que se lleva a cabo en el galpón de 25 de Mayo y Setembrino Pereda ya cuenta con las 500 aves que a partir de hoy serán calificadas por Nazario Ambroggio de la ciudad de Mercedes, provincia argentina de Corrientes, y Fabricio Arismendi de Melo, Cerro Largo, quienes trabajarán hasta el viernes inclusive.
El sábado, a las 14, será la inauguración oficial y posterior venta de los animales. La muestra permanecerá abierta hasta el domingo, a las 19. Alrededor de 500 ejemplares fueron inscriptos, entre aves grandes –son 20 razas– y de adorno, incluyendo razas enanas de adorno y con pedigrí, además de palomas, casal de faisanes, pavos y provenientes de distintos puntos del país, como Montevideo, Canelones, San José, Melo, Salto y obviamente de Paysandú.

ALTIBAJOS
Para Rodrigo Jacquet, la avicultura en Argentina presenta “ciertos altibajos y la situación actualmente no está muy bien para el criador y esta producción agropecuaria”. Entiende que la situación económica es fundamental para este panorama: “Criar un ave de este tipo es caro en Argentina, en donde hay menos ingreso por ventas por cabaña que en Uruguay, en donde tienen otro movimiento”. Aclaró que en ciudades grandes como Buenos Aires “el movimiento es mayor que en zonas de Entre Ríos, como por ejemplo en Colón”.
Acotó que las ventas “son menores y es más plata la que sale que la que entra a la cabaña, lo que determina que no se puede criar una mayor cantidad de razas y comprar animales”.