VIVIENDA DE INTERÉS SOCIAL

Locales | 16 Jul A juicio del director de la Agencia Nacional de Vivienda, arquitecto Francisco Beltrame, es preciso introducir cambios en el régimen de construcción de viviendas de interés social por promotores privados ante la constatación de que familias del sector medio y medio bajo han quedado al margen debido a los precios de venta y, en cambio, las adquieren núcleos de mayor poder adquisitivo.
El jerarca estuvo en Paysandú en las últimas horas y se reunió con el intendente Guillermo Caraballo, oportunidad en la que evaluó que se concretarán cambios respecto a la vivienda de interés social, “muchas veces se simplifica hablando de la vivienda de interés social cuando se quiere referir a las viviendas producidas al amparo del régimen de exoneraciones que tiene que ver con la inversión privada para vivienda”.
Acotó que “viviendas de interés social hay muchísimas más y tienen otros costos, que son las que construyen las cooperativas, los fondos sociales, los programas de autoconstrucción o distintos programas de la Intendencia”.
“Esto hay que puntualizarlo porque si no, parecería que esa parte de la realidad no se realiza. Las preocupaciones que tenemos vinculadas con la aplicación de la ley es que estas viviendas –que tienen exoneraciones impositivas importantes-- no llegan al universo que se pensó en el momento de la aprobación de la ley, que era llegar a sectores medios y medios bajos”, explicó.
“Lo que uno comprueba cuando ve los valores de venta y los que supone de ingresos para poder acceder a esas viviendas es que se llega a una porción de la población que cuenta con otros medios económicos”, evaluó.

REFORMULACIÓN
“Por eso es nuestra preocupación, hay un enlentecimiento en las ventas que ha llevado a que algunos inversores hayan reformulado proyectos que dejan viviendas de tres dormitorios para hacer viviendas de un dormitorio o de dos. Hay muchas viviendas que han sido promovidas y aún no se empezaron a construir. Creemos que el tema no se trata de topes, sino de que la demanda existente para esas viviendas no alcanza a esos valores, por lo que tenemos un desacomodo entre la oferta y la demanda. Procuramos que la oferta se adecúe a la demanda”, subrayó.
Consultado sobre si en el caso de estas viviendas habrá cambios o si se continuará con las que ya están aprobadas, dijo que “asumo que no es directamente la ANV la que lo dispone, pero una vez que se fijan las reglas para comenzar de determinada forma, lo lógico es concluir. La seguridad jurídica que tanto se reclama debe aplicarse y no debe haber cambios en ese sentido”.
Sobre este desfasaje, explicó que con viviendas acordes con la demanda seguramente se podrían comercializar muchas más unidades, aunque aclaró que no habla de calidad de construcción: “No hablo de bajar la calidad, porque eso sería engañarnos. Está claro que debemos tener viviendas de calidad, pero la vivienda de calidad no se debe medir exclusivamente por las áreas en metros cuadrados o espacios exteriores. Yo digo que calidad de vivienda hay una sola, que es la calidad que satisface desde el punto de vista térmico, humídico y de las necesidades de desarrollo de la familia”.