Opinion | 14 Jul Uno de los principales aspectos ambientales vinculados con las actividades agrícolas es el uso de productos químicos para el control de plagas. El crecimiento de este sector productivo, durante los últimos 20 años, ha aumentado la presión sobre los recursos naturales.
En la última década, Uruguay ha experimentado un aumento sustancial en el uso de productos fitosanitarios debido a su aplicación en monocultivos, como la soja, y su impacto negativo en el ambiente se ha detectado desde hace años: mortandad de animales, contaminación del agua e intoxicación de trabajadores y poblaciones expuestas.
En Paysandú han ocurrido varios casos de cursos de aguas afectados por conductas irresponsables en el manejo de envases de productos químicos, a la vez que han sido encontrados rastros de endosulfán en análisis de peces capturados vivos en el río Uruguay, mientras que en forma paralela ha crecido la preocupación social en cuanto a este tema en estrecho vínculo con la salud humana y otras producciones como, por ejemplo, la apicultura, notoriamente afectada.
Recientemente, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) firmó un convenio con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para una gestión adecuada de los plaguicidas en Uruguay. El convenio tiene como objetivos centrales el fortalecimiento institucional y legal, el tratamiento de plaguicidas obsoletos, incluyendo Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) y envases con un enfoque de ciclo de vida, el manejo integrado de plagas y el fortalecimiento del monitoreo ambiental.
De acuerdo con lo informado por el propio ministerio, durante la firma del acuerdo, la ministra de Medio Ambiente, Eneida de León, reconoció que “Uruguay tiene que dar un paso adelante en la protección del ambiente para garantizar la calidad de vida de las próximas generaciones”.
Por su parte, al explicar el alcance de este convenio de cooperación, el subsecretario del Mvotma, Jorge Rucks, dijo que se vienen desarrollando una serie de trabajos conjuntos entre instituciones y organismos involucrados, con el fin de concretar acciones para uso seguro de estos productos químicos. En ese sentido, mencionó la existencia de un primer acercamiento del trabajo metódico entre el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca sobre una iniciativa del Mvotma para profundizar el tema de los agroquímicos.
En un escenario en el que el impacto de los agroquímicos, entre ellos los pesticidas altamente peligrosos, es un problema real y cotidiano, y ante la falta de soluciones efectivas a la vista, estos anuncios constituyen una noticia alentadora. Paralelamente es necesario avanzar en cuanto a contar con dispositivos adecuados para la disposición final de residuos peligrosos, en concientización del sector productivo y en mecanismos eficaces de control y protección de la salud de la población.