Locales | 22 Jul El coordinador del movimiento Basta de TaS (tracción a sangre) en Latinoamérica y director de la Fundación Franz Weber, Leonardo Anselmi, junto con Mary Brown, fundadora de Animal Help --en representación de la coordinadora de la organización para Uruguay, Karina Kokar-- se reunieron con el intendente Guillermo Caraballo, a quien plantearon la propuesta de eliminar los carros tirados por caballos que se utilizan en la recolección particular de residuos.
Brown destacó la primera y única reconversión efectuada en Montevideo, donde se otorgó un vehículo en sustitución del carro a un reciclador, cuya yegua fue entregada en adopción en el marco de un proceso ya presentado al intendente Daniel Martínez, quien manifestó su predisposición a llevar adelante dicho programa en la capital del país.
Anselmi explicó que el motocarro se adquirió con dinero obtenido de arcas privadas, en tanto se trató de una sustitución “cívica y no pública”, enmarcada en “una estrategia que realizamos para ayudar a definir a las administraciones”. Tras la presentación del programa en Paysandú, “un artículo presentado en la Revista Quinto Día llamó la atención de los carreros y se acercaron a la delegación sanducera para manifestar su interés de integrarse y que estarían dispuestos a una movilización conjunta para solicitar el programa”. Seguidamente, “se realizó una marcha histórica, y posiblemente los sanduceros no fueron conscientes de que los ojos de Latinoamérica se pusieron sobre lo que ocurría acá. Era la primera vez que se organizaba una marcha conjunta, mientras que en otros lugares existen conflictos entre carreros y animalistas. En Paysandú se presentó un consenso para avanzar en materia de sustitución de tracción a sangre y eso no fue un hecho menor”, resaltó.
Paralelamente, los animalistas locales promovieron encuentros con los candidatos a la Intendencia, ante la proximidad de las elecciones municipales. “Allí existió un compromiso de casi todas las fuerzas políticas con este programa”, y tras la asunción de Caraballo presentaron la propuesta en una jornada-taller en la Sala VIP de Casa de Cultura.
Anselmi manifestó su expectativa en que el programa “comience, se desarrolle y finalice durante los próximos cinco años y así aplicar el programa Basta de TaS en Paysandú, basado en la inclusión social y liberación animal”. Al menos unos 200 carreros desarrollan sus actividades en la capital sanducera, algunos de los cuales se dedican exclusivamente al reciclaje y otros llevan adelante una recolección variada. “Hay dos debates: uno político –en el que hay acuerdo-- y otro técnico. Existe voluntad política para avanzar con la propuesta”, sin embargo, “se deberán resolver cuestiones técnicas” para su instrumentación en el territorio. Anselmi se reunió con los recicladores, quienes resolvieron conformar una asamblea permanente “para mantener encuentros y un conocimiento de los avances administrativos”. Allí acordaron la realización de un censo y registro “para tener claro el universo cualitativo y cuantitativo con varias visitas de acción social e inclusión familiar” que evalúen las competencias y capacidades de los trabajadores, además de las remuneraciones, entorno familiar y animales a cargo. El registro se extendería durante un año y a su finalización “se pasaría a la prohibición de los carreros no registrados. De lo contrario el problema no acabaría nunca”.
A la vez, se instrumentaría “una prueba piloto con cinco o seis recicladores que decidan el cambio, con capacitaciones en conducción, riesgos laborales, salubridad y derechos del niño, entre otros aspectos”. Finalmente, se entregarían los caballos a los animalistas de Paysandú, “quienes ya tienen lugares definidos hacia donde enviarán a los caballos que participen en el plan piloto”, informó.
Según Anselmi, el debate se instaló “en la gestión de los residuos y, en nuestro caso, apostamos por la separación en origen con una prueba piloto en determinada cantidad de manzanas, con un fuerte plan de comunicación que llegue a las familias”. Consultado acerca de los recursos existentes para la adquisición de los vehículos, el activista señaló que “durante un año, una mesa interdisciplinaria abordará la planificación del programa, protocolos y la financiación basada en la cooperación internacional, bancos de desarrollo, planes del propio gobierno central, entre otros”. Finalmente reconoció que “no todos los carreros obtendrán el motocarro”, en tanto “hay adultos mayores a quienes se les puede tramitar pensiones y en otros casos, recibirían alternativas laborales superadoras. En Argentina, Colombia o México, hemos visto que se han creado talleres mecánicos que arreglan las motos de sus compañeros u otros que instalaron emprendimientos comerciales donde no existían. Es un gran abanico de opciones dignas”, concluyó.