Opinion | 26 Jul En de octubre se habrá de festejar en nuestro país, como se ha venido haciendo desde hace años, el Día del Patrimonio. Con tal motivo el Ministerio de Educación y Cultura anunció que en esta oportunidad el énfasis estará puesto en “la construcción de nuestro territorio a través de la mirada de la arquitectura en el Uruguay”. “Coincide este año con el vigésimo aniversario de la inscripción de la Colonia del Sacramento y la reciente inscripción del Paisaje Cultural e Industrial Fray Bentos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco”, indica el comunicado oficial.
Sin ninguna duda, Paysandú habrá de participar plenamente de estas jornadas que se llevarán a cabo los días 10 y 11 de octubre del presente año. Vaya si tiene la ciudad y el departamento obras para mostrar, para recordar, para exhibir y, fundamentalmente para proponer.
En la revista “Arquitectura” Nº 270, celebratoria de los cien años de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, William Rey Ashfield nos introduce en el tema afirmando: “Puede resultar extraño que el patrimonio edilicio más importante de un país latinoamericano sea, precisamente, su arquitectura moderna. Sin embargo, este es el caso del Uruguay, y, en particular, de su capital Montevideo”.
“Entre 1920 y 1970 --y también antes de ese período-- la modernidad, en tanto fenómeno cultural, encuentra en este país un marco propicio para su desarrollo y materialización. De todas sus manifestaciones o expresiones creativas, pocas serán tan fermentales y novedosas como la propia arquitectura, concebida entre aquellos años.”
Algo muy similar ocurre con Paysandú, agregaríamos. Y, para demostrarlo, analicemos a vuelo de pájaro algunos casos.
En la misma revista, Alberto de Betolaza establece: “Fundamentalmente debido a una floreciente economía basada en el desarrollo industrial y también a la presencia masiva de inmigrantes de diversas nacionalidades, quizás no sea demasiado difícil de explicar el temprano impulso modernista que se observa en el Litoral Oeste del Uruguay. Hacia 1937, cuando Oscar Garrasino se gradúa en la Facultad de Arquitectura, en las áreas céntricas de la ciudad de Paysandú era posible encontrar múltiples manifestaciones de las formas de la modernidad, fundamentalmente en sus vertientes art déco”.
“Junto con los arquitectos Roberto Bianchi, Héctor Rampa, Nicolás Máscolo y Oscar Vignola, el Arq. Oscar Garrasino (1912 – 1993) integra una generación que cumplió el rol fundamental de cambiar la imagen de la ciudad mediante la incorporación de las formas modernas, sin cargas ideológicas significativas, sin el imperativo de resolver traumas sociales, más bien llevando a cabo una exploración sin prejuicios en el campo de la proyectación arquitectónica”.
Mientras tanto, Laura Alemán nos ofrece esta imagen: “Belleza feroz. Aristas tajantes, precisas, rotundas. El ojo asombrado, la retina muda: un cuadro de Mondrian en la acera dormida. Colores primarios en el tramo gris. Conmoción. Revulsión. Algo que brilla y deslumbra. Un gesto fulgurante. Un grito agudo en la ciudad tranquila”.
“Oscar N. Vignola (Salto 1921; Paysandú 1992) egresó con Medalla de Oro de la Facultad de Arquitectura. En sus años de estudiante integró el taller de Julio Vilamajó y colaboró con Oscar Garrasino, a quien estuvo asociado desde su titulación en 1946 hasta 1954. Ya recibido, dio impulso a la Asociación de Arquitectos de Paysandú, colegiado que funcionó hasta los años ‘70. En 1947 formuló el Plan Regulador de Paysandú junto a Julio Vilamajó, Jorge Bonino y Guillermo Jones Odriozola propuesta que se concretó bajo su dirección y fue aprobada en 1954. En 1948 integró el comité ejecutivo de la Exposición Industrial y Agraria para la que diseñó el arco de ingreso y la medalla conmemorativa”.
Recordemos que hace más de cincuenta años se creó el llamado Taller de Arquitectos Unidos de Paysandú. Grupo formado por siete arquitectos: María Angélica de la Sienra, Braulio Batista, Hugo Laviano, Orlando Coiro, Héctor González Pino, Julio Giossa Mendoza y Pablo Patrone.
Sintéticamente digamos que este logró un triunfo, que fue el primer concurso ganado por un equipo uruguayo en el extranjero. Hubo anteriores concursos ganados por arquitectos uruguayos pero nunca en equipo. Nos referimos al llamado de presentación de proyectos para la nueva sede de la Municipalidad de Concepción del Uruguay (E.R.). El grupo presentó tres proyectos y los mismos obtuvieron el primer y tercer puesto y una mención.
Y hay decenas y decenas de ejemplos más, instalaciones industriales, residencias, muy destacadas obras funerarias así como públicas tales como el magnífico Estadio Cerrado Municipal diseñado y construido por un equipo técnico de la Administración Belvisi o la Terminal de Ómnibus con el techo “volado” más grande del Interior.
Ni por asomo hemos nombrado todas las obras que corresponde pero nuestra intención es, en este aspecto, dar algunos ejemplos de la arquitectura y los arquitectos que han brindado magníficos aportes a Paysandú.
Seguramente quienes organicen las actividades sean la Dirección Municipal de Cultura, el Centro Regional Universitario, la Sociedad de Arquitectos y otros ya que, por lo que sabemos, la Comisión Departamental de Patrimonio hace algo así como tres años que no funciona.
En realidad lo que imprescindiblemente deberíamos considerar es cómo se actuará en relación al patrimonio sanducero del futuro.Y es así que consideramos que la fecha aludida puede resultar ideal para que se llame a concurso de proyectos para dos grandes obras que son, a esta altura, absolutamente imprescindibles para Paysandú.
Que se demore un año o varios lustros en concretarlas es lógico, pero en el marco de una racional política de estado sanducera deberíamos convocar a concurso para diseñar un nuevo edificio, o una ampliación adecuada para el hoy atiborrado, desactualizado e incómodo Palacio Municipal cuya magnificencia de otra época se ha convertido, desde el punto de vista edilicio, en algo muy parecido a un “conventillo”.
También es de verdadera necesidad para las frondosas actividades culturales de Paysandú que se proyecte concretamente y se empiece a levantar el Complejo Cultural propuesto en el entorno del Teatro Florencio Sánchez con salas menores, aulas, un auditorio en el ex Astor y todo lo necesario para tal finalidad.
Llamando a concurso de proyectos para esas dos obras estaremos poniendo la piedra fundamental de lo que será el patrimonio del Paysandú del futuro.