POR MIEDO A QUE LO DELATARA

Policiales | 23 Jul Yemina Karina Stagi López, de 38 años, cuyo cuerpo fuera hallado calcinado, tendido de espaldas, sobre la cama de su casa en el Barrio P1, fue asfixiada antes del incendio registrado en la madrugada del domingo cuyo origen --como adelantara EL TELEGRAFO-- fue intencional, en un homicidio rápidamente esclarecido por personal de la Seccional Tercera, con apoyo de Radio Patrulla y la Dirección de Investigaciones.
Según información obtenida por EL TELEGRAFO de fuentes vinculadas con la investigación judicial, la noche siguiente al incendio la forense Rosa López practicó la autopsia del cuerpo calcinado, hallándose en la boca, atascado en la garganta, un tejido de contextura parecida la de un paño de piso. El hallazgo fue documentado fotográficamente por personal de Policía Científica, que se hizo presente junto con el director de Seguridad, comisario inspector Jorge Pintos.
Ya sin dudas que se trataba de un homicidio, se comenzó a indagar a personas pertenecientes al entorno a efectos de esclarecer lo sucedido, en el marco de la nueva modalidad de investigación denominada "autopsia sicológica". Entre los indagados, una mujer de 64 años, madre de la fallecida, dijo que fue la primera en gritar en procura de auxilio. La mujer dormía cuando la despertó el ruido causado por la rotura de los vidrios. Se levantó de su cama y pudo ver a través de la ventana que la habitación de su hija se encontraba en llamas. Por otra parte, la hija de la víctima, de 19 años, quien no vivía con su progenitora, declaró que había ido a visitarla la noche anterior al incendio, sin notar nada que pudiera hacerla sospechar lo que luego ocurrió.
Paralelamente, una dotación de la Dirección de Investigaciones condujo detenidos desde el interior del departamento a tres hombres de 18, 35, y 38 años. Uno de ellos, quien había convivido dos años atrás con la víctima, aseguró que no mantenía relación con ella desde entonces, quedando de todas formas detenido en averiguaciones.

SURGE SOSPECHOSO
En el marco de los interrogatorios, una mujer, domiciliada en el mismo barrio que la fallecida, reveló que era amiga desde meses atrás de la víctima y que ésta mantenía una relación amorosa con Edgardo Marcel Peluffo, de 43 años, conocido en el barrio como "El Lalo" y poseedor de antecedentes.
A la vez, un antiguo amigo de "El Lalo" indicó que conocía a la pareja de éste y los había visto a ambos en la medianoche previa a la madrugada del incendio, cuando concurrió a casa de su amigo para ver el auto Fiat Uno que acababa de comprar. Dijo no haberse enterado de la tragedia hasta la mañana siguiente, cuando su amigo se lo informó vía mensaje de texto.
Según la información obtenida de esas declaraciones y otros datos logrados por la Policía, surgió la convicción de que no sería ajeno al ilícito el sujeto apodado "El Lalo", por lo que fue detenido en su casa, sita en el mismo barrio. Interrogado en la comisaría, señaló que se dedicaba a la comercialización de estupefacientes y que la fallecida, pareja suya desde hacía más de un año, estaba interfiriendo demasiado en su actividad en los últimos tiempos.
Por ese motivo fue que mantuvieron una violenta discusión cuando el domingo ella se enteró de que él debía enviar por una empresa de ómnibus a Montevideo una partida de cocaína y pasta base. Al culminar la discusión, mantenida en su domicilio, la mujer se retiró ofuscada y amenazó que revelaría la actividad ilícita a su madre. Seguidamente, el hombre se dirigió en su auto hasta Playa Park a recoger la droga, cuyo peso superaba los cuatro kilos y su valor en el mercado el millón de pesos. Regresó a su casa y, en compañía de un amigo con quien distribuye los estupefacientes, comenzaron la recorrida habitual para hacer las entregas de droga.

EL RELATO DEL HOMICIDA
En el trayecto, le comentó la discusión que había mantenido con su novia, por lo que, –según su versión– ante el riesgo de ser descubierto, optaron por hacer algo para atemorizarla y evitar que cumpliera su promesa de revelar su actividad ilícita. En conocimiento de que la mujer dormía y la puerta principal de su casa permanecía sin llave, fueron a la finca próximo a las 2 de la madrugada. Según el relato de "El Lalo", le dijo a su amigo que permaneciera al lado de la mujer dormida, mientras él tomó desde el baño un paño de piso, para retornar junto a la cama de su pareja.
Mientras su amigo le sujetaba las manos y las piernas, él le introdujo el trapo en la boca hasta que, luego de unos minutos, el cuerpo de la mujer dejó de moverse. Entre ambos, buscaron un encendedor en la casa y, mediante su utilización, prendieron fuego el sillón y la parte inferior del colchón de la cama, huyendo luego ambos a sus respectivos domicilios.
Como consecuencia, la Policía detuvo al otro presunto implicado, de 41 años, que negó las imputaciones en su contra.
El juez penal de Cuarto Turno, Gerardo Azarola, dispuso la conducción de los detenidos a partir de las 14 de la víspera, así como se remitieran el informe de Bomberos y la carpeta con los resultados del trabajo de Policía Científica. Próximo a la medianoche, resolvió el procesamiento con prisión de Peluffo y que el hombre acusado de complicidad permanezca detenido a su disposición, y sea conducido hoy nuevamente a su despacho.