Rurales | 31 Jul Los productores lecheros remitentes a la industria Indulacsa, quienes mantuvieron una reunión con el gerente general de la empresa Pablo Asci, llegaron con la expectativa de procurar una posible solución a la situación y se fueron aún más amargados al explicarles que, de acuerdo con los negocios que se realizan, deberían bajarles la leche a $3.
“La situación de los remitentes a Indulacsa es muy delicada y complicada”, señaló EL TELEGRAFO el directivo de la Sociedad de Fomento Rural de la Industria Láctea de Salto (Sofrils), Luis Enrique Azanza, aclarando que en el encuentro con la industria que “mantuvimos esta semana no hubo avances en el tema”. Incluso, Asci precisó que “deben bajar aún más el precio de la leche de acuerdo con los negocios que tienen en la actualidad”.
En la reunión efectuada en la planta del Grupo Lactalis en Salto, los productores remitentes recibieron del gerente de la Industria Láctea Salteña S.A. un mensaje desanimador para los productores, evaluada por varios de los presentes como una medida de fuerza para conseguir un mejor posicionamiento frente al gobierno y de esta manera lograr un cupo en el mercado de Venezuela.
Azanza entiende que hay “una insensibilidad total desde la empresa, desconociéndose todo lo que se había hecho en la cuenca lechera y el trabajo de muchos años, que afecta por igual a todos los productores”.
El gerente de Indulacsa argumentó que le solicitan desde México que “por favor” no envíen más queso y que están “vendiendo la tonelada a U$S 2.200”. Desde Sofrils sostienen que la información del Instituto Nacional de la Leche (Inale) marca que la realidad es otra y que el precio sería el doble.
Sobre la base de los Documentos Únicos de Aduanas para julio y la información recabada por el colega de diario Cambio, de Salto, de la Dirección Nacional de Aduanas, la firma láctea exportó hasta el 29 de julio próximo pasado 1.512 toneladas de productos lácteos a un promedio de U$S 3.606,43.
El único destino de exportación es México, adonde se comercializó 1.026 toneladas de cuajada de producción nacional, a un promedio de U$S 3.480; 108 toneladas de Queso Reggianitto a un promedio de U$S 5.250 y 378 toneladas de Queso Semiduro a un promedio de U$S 3.480. Es importante aclarar que no se registraron variaciones en los precios de los diferentes productos durante el mes analizado.
“Los precios a los que el gerente nos manifestó que está vendiendo los quesos en México no son los reales en el mercado internacional”, enfatizó Azanza. Éste indicó que “vende a U$S 2.200 la tonelada y sabemos que no es así”, aseguró el dirigente salteño.
Dijo que el argumento esgrimido es que “no tienen exportación y que son la segunda empresa exportadora de lácteos del país y quedaron afuera del cupo para el mercado de Venezuela. Incluso Asci acotó que si le brindan un cupo a Indulacsa al mercado venezolano y se logran las habilitaciones para setiembre u octubre hacia el mercado interno uruguayo, la situación será otra y se podrá transferir un precio mejor a los productores”.
La firma con planta en Salto no entró en el negocio concretado esta semana por PILI, Claldy y Calcar, porque tenía entre un 0,2% y 0,22% de las exportaciones al mercado de Venezuela durante 2014. El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, fue muy claro al expresar oportunamente que “en virtud de que queremos concretar rápidamente los acuerdos, se han respetado con mucha transparencia los antecedentes de comercialización”.
Azanza indicó que: “no tenemos diálogo con la industria porque los dueños no están en el país –son franceses-- y el gerente general vino a la reunión totalmente cerrado y sin ninguna opción de negociación ni de diálogo, e incluso diciéndonos que el precio tenía que bajar más”.

ASAMBLEA
Los productores se reunirán en la presente jornada en asamblea para analizar la situación y medidas a tomar respecto a la realidad del sector productivo.
Actualmente Industria Láctea Salteña S.A. trabaja con un volumen cercano a los 140.000 litros, según lo expresado por los productores, con parte de la leche procedente de productores remitentes del sur del país, a los que se suman 30.000 litros procedentes de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole). Consultado Azanza sobre la posibilidad de realizar contactos con otra industria y dejar de remitir a Indulacsa, aclaró que con PILI de Paysandú “no se ha realizado aún ningún contacto, al igual que con otras industrias del país”. Enfatizó que “no queremos que esta planta se cierre porque, más allá de los productores, hay un grupo grande de funcionarios trabajando y por eso estamos convencidos de que debe funcionar”.

POLÍTICO
Luis Enrique Azanza fue claro al manifestar que, por el momento, “los contactos han sido a nivel político, aguardándose para la próxima semana la presencia, en Salto, del ingeniero agrónomo Andrés Berterreche, integrante de la comisión de Ganadería de la Cámara de Senadores y el director Luis Alfredo Fratti, quien integra la misma comisión por la Cámara de Diputados. El panorama es sumamente difícil. Hay productores que liquidaron sus tambos vendiendo vacas, y quienes se mantienen produciendo no cobraron nada el mes pasado, que cerró cerca de $6 el litro, y seguramente ahora cuando vayan a cobrar la liquidación de julio, con una leche a $4, van a quedar debiendo”.