Locales | 25 Jul Los trabajadores de Cervecería y Maltería Paysandú (Cympay), nucleados en el Sindicato de Obreros y Empleados de Norteña (SOEN), se reunieron en asamblea, tras el anuncio empresarial del envío del 90% de la plantilla de funcionarios al seguro de desempleo a partir del 1º de agosto, ante un sobrestock acumulado en los últimos meses y la recesión económica en Brasil, que impidió la exportación de la demanda.
El dirigente Roque Apecetche, dijo a EL TELEGRAFO que “se había creado una incertidumbre reflejada en la asamblea” efectuada en la víspera, “ante la masiva participación de los trabajadores por este desenlace con el envío al seguro del 90% de la plantilla laboral de los trabajadores de Cympay” (ex Norteña).
Explicó que la dirigencia expuso “toda la información disponible y a partir de allí comenzamos a desarrollar las estrategias que pasan por mantener la vinculación con la empresa y el martes próximo tendremos un nuevo encuentro para conocer algunos aspectos relacionados a los reintegros, además de la composición de la plantilla y cantidad de trabajadores que quedará encargado del mantenimiento de la maquinaria, que es un número muy pequeño”.
Por otro lado, “se resolverá la instrumentación de las licencias correspondientes”, al tiempo que los participantes “plantearon con mayor énfasis su preocupación por la extensión del seguro de desempleo y lo que ocurrirá a partir de los siguientes cuatro meses”.
Según Apecetche, “la empresa emitió lineamientos generales que no precisó aún y que aguardamos el próximo martes, pero dentro de los márgenes manejamos el ingreso de unos 90 trabajadores al seguro y hay unos 18 o 20 que harán uso de su licencia que, al incluirla dentro de ese período, tendrían un mes menos en el seguro”. En el marco de la situación de las malterías en Uruguay, Apecetche consignó que los trabajadores de la filial local “vuelven a ser los más perjudicados”. La empresa, por su lado, “argumenta aspectos inherentes a la competitividad y altos costos de producción en Cympay, que son muy discutibles pero una vez que finalice esta situación y haya una salida lo más prolija posible, nos sentaremos a discutir para no atravesar por la misma incertidumbre”, dijo Apecetche.
Según el dirigente, “cuando hay dificultades atacan primero a los trabajadores, después de las metas empresariales fijadas para todo el año, en relación a eficiencia, calidad y estándares de producción. La prueba es que hemos cumplido con todos los requisitos, pero al momento de una coyuntura difícil eso no se toma en cuenta”. Añadió que fueron invitados por la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) a participar en las negociaciones enmarcadas en los Consejos de Salarios.

COMUNICADO DE PRENSA
Ante la inexistencia de voceros en representación de Cympay, la comunicación corporativa está a cargo de la empresa montevideana Quatromanos. Frente a la trascendencia de la información adelantada por EL TELEGRAFO y repicada por distintos medios de alcance nacional, Maltería Paysandú anunció que “invertirá U$S 481.000 en obras de mejoras técnicas y de mantenimiento para ganar eficiencia en su fábrica. Además de las tareas que se realizarán en el área de germinación, habrá mejoras en el sector de maceración. Durante el período de obras, los funcionarios pasarán por cursos de capacitación técnica y entrenamientos de seguridad en el trabajo”.
Agregó que “la compañía, con 140 funcionarios y capacidad productiva de 130.000 toneladas por año, aprovechará la baja de producción de cebada de la última zafra en Uruguay para interrumpir temporariamente la producción, lo que no comprometerá el abastecimiento de malta de Paysandú”.
Por otro lado, explicó que “la maltería de Nueva Palmira también aprovechará el escenario de reducción de la cosecha de cebada para invertir U$S 170.000 en mejoras, como lo es la actualización de calderas y estufas, entre otros equipamientos. En el período de obras, la planta reducirá sus actividades en 50%”.
Según la empresa, “la actuación de las dos malterías en Uruguay moviliza una extensa cadena productiva. En un área de aproximadamente 65.000 hectáreas, cerca de 550 productores rurales cultivan cebada y proveen el insumo para ambas empresas. En este momento, estos agricultores están en período de siembra, y las malterías de Paysandú y Nueva Palmira proveen semillas, fertilizantes y ofrecen asesoramiento gratuito”.
Explicó que “para identificar las mejores prácticas de producción de cebada, las empresas también ofrecen soporte por medio de agrónomos que están en contacto directo con los productores para acompañar de cerca los cultivos, hacer análisis comparativos y recolección de datos para ayudar a mejorar la calidad de la cebada. Los principales objetivos de este trabajo son aumentar la productividad agrícola, mejorar la gestión ambiental en la agricultura y fortalecer los lazos con los agricultores”, concluyó el comunicado.

UN POCO DE HISTORIA
A comienzos de 2003, la multinacional de origen brasileño AmBev decidió trasladar su producción cervecera a la planta existente en Minas y Paysandú dejó de elaborar la cerveza Norteña. La decisión se basó en ecuaciones económicas y ante un descenso en el consumo de esta bebida, la planta local trabajaba a un 35% de su capacidad. Con su traslado a Lavalleja implicó una operación al 70% de su capacidad locativa para abastecer al mercado uruguayo, según la empresa.
Por otro lado, AmBev explicó en ese entonces que Minas –distante 120 kilómetros de la capital– se encontraba cercana al principal mercado de consumo, abarataba costos de distribución y operativa. Incluso se obtenían menores costos operativos con el traslado de la malta desde Paysandú, antes que distribuir la producción de cerveza elaborada en la planta sanducera. Paralelamente, los trabajadores nucleados en el SOEN comenzaron una lucha para evitar su cierre, con asambleas y entrevistas con altos mandos empresariales, autoridades departamentales y nacionales. El sindicato reclamaba una ley contra los monopolios de la industria cervecera en Uruguay, a la vez que obtenía un plazo de 45 días para minimizar el impacto social que se creaba con tal medida en el departamento, basados en mecanismos de prejubilación o financiamiento de programas locales para colaborar en la reconversión laboral.
Tras intensas gestiones del gobierno y del entonces candidato a la presidencia, Tabaré Vázquez, con el presidente de Brasil, Luis Inácio “Lula” da Silva, AmBev decidió ampliar la fábrica de malta en Paysandú, pero dejar de producir cerveza. Esta decisión se adoptó dos años después de que la multinacional monopolizase la producción de cerveza en el país, tras adquirir las tres industrias existentes en ese momento y hacerse con los derechos de una decena de marcas.
La inversión llevó U$S 5 millones, que se elevaron a U$S 12,7 millones con la financiación a los agricultores proveedores. La remodelación incluyó la construcción de una moderna planta de tratamientos de efluentes a un costo de U$S 800.000 y Cervecería y Maltería Paysandú (Cympay) pasó de 95.000 toneladas a 130.000 toneladas de producción de malta y elevó un 21% la capacidad productiva del sector a nivel nacional.
La inauguración se realizó con la presencia de los presidentes Vázquez y Lula da Silva, quien se encontraba en Montevideo, tras la toma de posesión del primer presidente de izquierda en 2005. Durante el acto, el mandatario brasileño señaló que la integración necesita traducirse en actos positivos y al dirigirse a Vázquez dijo que “su victoria es un símbolo de que la esperanza venció al miedo”.