Opinion | 01 Ago Según indicó el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, está “preocupado” por el futuro de la nueva aerolínea de bandera Alas U, empresa creada por extrabajadores de Pluna y financiada con dinero del Fondo de Desarrollo (Fondes) que aguarda la certificación de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) para empezar a volar.
Esta empresa apoyada con fondos públicos es una derivación de la quiebra y liquidación de la estatal Pluna, una empresa deficitaria que durante años fue asimilada a la “soberanía” de los cielos y que muy caro nos ha costado.
Según Rossi, su preocupación se basa en la demora en el proceso de certificación, lo que hizo postergar la puesta en marcha de la compañía. En entrevista con El Observador TV, el jerarca sostuvo que Alas U va a salir a volar al mercado comercial “en condiciones que son difíciles. Va a entrar en un medio que es de competencia feroz, con grandes actores con poder económico, y con poco resto”, dijo.
Asimismo dijo respetar “mucho” a los trabajadores que han decidido “empujar tesoneramente, con gran profesionalismo”, para crear la empresa. Aseguró que el MTOP le va a “facilitar” todo lo que esté a su alcance, pero admitió que no sería “sincero” si diría que la ve “fácil”. “Es un gran desafío, esperemos que les vaya bien”.
El ministro aseguró que a tres años del cierre de Pluna, el 5 de julio de 2012 por insolvencia financiera, “los uruguayos añoramos a Pluna”, porque tenía beneficios “intangibles” ganados en 75 años de historia.
Pero a la vez durante largo tiempo ya se ha mantenido en el Seguro por Desempleo a cientos de exfuncionarios de Pluna, con muy buenos salarios, a la espera de que se ponga en marcha la nueva aerolínea, lo que indica que como legado de aquella aerolínea estatal de beneficios “intangibles” --nulos, en los hechos-- los uruguayos vamos a seguir pagando por bastante tiempo más seguros por desempleo de privilegio, que no tiene ningún otro trabajador en el país, y encima poniendo más dinero para crear y sostener la nueva aerolínea, que difícilmente logre prosperar.
Y este es el punto, el desafío al que refiere el ministro, porque incluso los gobernantes, en su fuero íntimo, saben que para Alas U es prácticamente imposible competir con otras aerolíneas, que va a tener que seguir aportándose dinero desde el Fondes o desde Rentas Generales para sostener el funcionamiento de la empresa, sin ningún objetivo estratégico y simplemente para decir que hay una aerolínea de bandera uruguaya haciendo lo que perfectamente se puede hacer y ya se está haciendo por otras compañías aéreas, porque nunca se ha perdido la “conectividad” esgrimida como argumento.