Opinion | 31 Jul “Y, seguirán trabajando hasta Navidad” si es necesario, sentenció la ministra de Educación y Cultura, doctora María Julia Muñoz, al ser consultada por El Observador sobre la postura del Poder Ejecutivo ante las medidas de fuerza anunciadas por los profesores de Secundaria de Montevideo.
En principio ADES decidió iniciar la huelga el 17 de agosto, sobre lo que la secretaria de Estado opinó que “todos los paros que dejan a los estudiantes sin estudiar me preocupan y a las familias que esperan que sus hijos estudien y aprendan también. En realidad me llama la atención porque cada consejo está trabajando con su sindicato, en uso de su total autonomía. Es rarísimo que anuncien un conflicto sin tener más información sobre el presupuesto”.
Destacó que le causa extrañeza una medida de fuerza y el ir directamente al paro cuanto ni siquiera se sabe lo que va a ser destinado al Presupuesto Quinquenal para el sector, pero a la vez aclaró que “por supuesto que se van a tener en cuenta las aspiraciones”.
Igualmente, al ser consultada sobre si el gobierno tiene previsto adoptar medidas de esencialidad para desactivar la huelga, llegado el caso, expresó que no lo entiende así. "Creo que la medida que hay que tomar es pedirle a la gente que sea racional. Les tiran una propuesta; si no les gusta, hacen conflicto. Mientras que no tienen ninguna propuesta se quedan tranquilos”, afirmó.
La ministra consideró que si los docentes no cumplen “se les descontará el día de trabajo”, que los alumnos “recuperarán” las clases y ante la interrogante de si habrá tiempo para recuperarlas respondió: “y, seguirán trabajando hasta Navidad. Depende de los días de paro que hagan. Eso se discutirá en su momento”.
Pero, pese a la presunta firmeza y optimismo que ponga de relieve la ministra, la experiencia y los antecedentes respecto a las medidas de fuerza y la pérdida de clases no da margen para que se pueda tomar seriamente su planteo respecto a recuperar días de estudio perdidos.
Es cierto que las medidas de fuerza del gremio ratifican que el planteo solo responde a los intereses de los gremialistas y a que se contemple su situación, sin importar un ápice la situación del presunto objetivo de su trabajo, el alumnado, pero debe tenerse presente que todos los años más o menos se viene repitiendo la misma situación, de cara al presupuesto o lo que sea. Se siguen perdiendo días de clase, se dice que de una u otra forma desde el gobierno y los organismos rectores de la enseñanza que los días se recuperarán, pero llegan los primeros días de diciembre, el bochorno del verano y las clases terminan como siempre, porque aquí no ha pasado nada.
Una realidad indiscutible, por lo que decir que se trabajará hasta Navidad si es necesario, solo forma parte de una pirotecnia en la que ya no puede creer ni un niño. Y lo peor es que después se preguntan por qué los jóvenes no se toman en serio el estudio.