Paysandú, Viernes 07 de Agosto de 2015
Rurales | 04 Ago Sin duda que las precipitaciones de los últimos días fueron bienvenidas por todo el país, principalmente al sur del río Negro, pero en el departamento de Paysandú y la región brindaron un mayor optimismo ante el déficit hídrico que comenzaba a acuciar fuertemente a muchos predios.
Más allá de lo irregular entre zonas, entre la lluvia de la mañana del viernes y la madrugada de este lunes los guarismos oscilaron entre 15 y 30 milímetros, lo que –ayudado por la rápida salida del sol y jornadas con viento– permitirá un mejor impacto en pasturas, cultivos y mejoramientos.
Especialmente este lunes la tormenta eléctrica permaneció durante varias horas, pero los registros fueron muy irregulares, incluso en zonas cercanas. Es lo que sucedió en ciudad, donde el pluviómetro de EL TELEGRAFO estableció que llovió 15 milímetros, pero no muy lejos, en la Estación de Meteorología de Paysandú –ubicada en el Aeropuerto Chalkling–, fue de 0,4.
Entre la lluvia del viernes y la de la víspera, en El Eucalipto llovió 25 milímetros, en el kilómetro 122 de Ruta 26 fueron 23, Guarapirú 12, Merinos 15, Guichón 12, Arroyo Negro 16, La Tentación 16, Paso Guerrero 13, Arroyo Malo 22 y Santa Blanca 15. De todas maneras, julio finalizó como el mes de menor cantidad de agua caída en lo que va del año. Solo 15 milímetros en la Estación de Meteorología de Paysandú y luego de 33 días sin llover.
Si tomamos en cuenta los últimos cinco meses –desde marzo hasta julio, inclusive--, las lluvias alcanzaron los 178 milímetros, cuando lo normal según el promedio de la Dirección Nacional de Meteorología es de 468. Entre junio y julio llovió 42 milímetros cuando el promedio es 141, hecho que había aumentado la preocupación de los productores. Por otra parte y según los registros del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), el departamento de Canelones fue el que mayores registros obtuvo, con un pico de 115 milímetros en la localidad de El Pinar, seguido de 110 en Cuchilla Alta. El segundo departamento con más lluvias fue el de Maldonado, con 85 milímetros en la localidad de Solís y 70 en la localidad de Mal Abrigo, en San José.
FUTURO
El futuro en cuanto a las lluvias parece ser promisorio, pero también en estos casos los extremos son malos ya que se anuncia para algunas zonas del país, especialmente al sur del río Negro, la presencia de fenómenos climáticos adversos por la presencia de El Niño.
Recientemente, en una charla brindada en el departamento de Colonia, Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología y docente de la Universidad de Buenos Aires, señaló que las perspectivas son que las lluvias comiencen a llegar durante la primavera lentamente y se intensifiquen en el verano para cerrar en marzo con una “despedida violenta” del evento climático y con precipitaciones “extraordinarias”, particularmente en algunas zonas del país.
En su exposición señaló, entre otros aspectos, que es un Niño con mucha lluvia pero muy concentrada en el verano, lo que constituye un panorama muy errático. “En primavera empieza a llegar la lluvia y en verano se llueve todo junto, y todavía no tenemos muy claro el otoño”, dijo Sierra, aunque acotó que “la despedida de este Niño puede ser muy violenta en marzo”.
El fenómeno de El Niño en la región afectará el sur de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, pero es un fenómeno global que impacta también en Australia, Sudáfrica y Estados Unidos.
PRONÓSTICOS DIFERENTES
Todos los pronósticos coinciden en la existencia del fenómeno El Niño, aunque no todos le atribuyen la misma intensidad. El pronóstico australiano, en el cual Sierra confía más “porque ese país no puede jugar con esto” y por tanto no especula, indica que le pegará “fortísimo” y que será un año “malísimo”. Aclaró que aun así, el buró de meteorología de Australia está dando un Niño de casi 2,4 grados con su máximo en diciembre. Si este pronóstico se llegara a cumplir, “vamos a salir con el Arca de Noé”, dijo este especialista, porque están pronosticando El Niño del siglo. Aclaró, sin embargo, que siempre en estos anuncios “hay un poco de exageración y no hay que creérselo de entrada”. Con relación al pronóstico norteamericano, Sierra dijo que “a Chicago le gusta la volatilidad, y sus anuncios llegan casi a 3,5 grados. Yo creo que físicamente no es posible, pero lo están diciendo”. Según su análisis, Chicago está apostando a que lleguen “las lluvias del mundo que a ellos les producen un poco de volatilidad porque atrasan la llegada de la cosecha norteamericana al mercado, pero en definitiva nunca ha habido un año del Niño con mala producción en Norteamérica. Y acá tampoco”.
DOS NIÑAS
Sierra manifestó que generalmente detrás de cada Niño vienen dos Niñas, lo que podría generar muchas complicaciones. Indicó que las Niñas son mejores para el trigo y sobre todo después de un Niño que dejó suficiente humedad en el suelo. Para el trigo no son buenos los eventos Niño, y para la soja tienen una correlación positiva pero de poco impacto y con un “ambiente peligroso”.
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