Locales | 07 Ago Unas treinta personas que integrarán el próximo contingente de inmigrantes sirios que arribará al país, en noviembre o en febrero de 2016, podrían afincarse en Paysandú, en la zona de Quebracho, confirmó a EL TELEGRAFO el secretario general de la Intendencia departamental de Paysandú, Mario Díaz.
Se trata de dos familias, de unos quince integrantes cada una, que deben “ser ubicadas en un lugar donde puedan acceder a un predio del Instituto Nacional de Colonización (INC) porque provienen de un área agrícola y, al mismo tiempo, en una zona que tenga escuelas y liceos para que sus hijos puedan continuar su educación”, dijo Díaz.
En las últimas horas recibió en el Palacio Municipal al secretario de Derechos Humanos de Presidencia de la República, Javier Miranda, con quien precisamente avanzó en la posibilidad de que esas dos familias se instalen en Paysandú. En la reunión también participaron la coordinadora ejecutiva del programa de Reasentamiento de Familias Sirias en Uruguay, Jimena Fernández Bonelli, y Jorge Aziz, integrante del INC.
Mario Díaz subrayó que “desde la Intendencia de Paysandú enfatizamos que estamos dispuestos a dar todo nuestro apoyo para la llegada de estas dos familias sirias”, que se traducirá en “apoyo sicológico y de asistencia social para la contención tan necesaria en una primera etapa, la petición de que las recorridas médicas por el interior incluyan la colonia donde sean alojadas estas familias, que tendrán cobertura de ASSE también. Por otra parte, la Intendencia puede servir de nexo para que se contacten con productores y comercialicen similares productos, para que puedan acceder con mayor facilidad a los mercados”, agregó.
En total, llegarán a Uruguay --en ese nuevo contingente de inmigrantes sirios-- 73 personas reunidas en siete familias.
Javier Miranda, en tanto, destacó la importancia de recibir a sirios en Uruguay, “por lo que este proyecto significa desde el punto de vista humano, de estas familias que podrían intentar iniciar una nueva vida en Uruguay, superando la situación de crisis humanitaria que vive el Cercano Oriente a raíz de la guerra en Siria. Pero, además, por lo que significa también en términos de comunidad, de transmisión de valores, de solidaridad, de compromiso. De tender una mano a gente que en principio parece tan distinta y tan ajena, y que es tan gente como nosotros”.
Recordó que el programa ya reubicó a cinco familias a través de “un proceso de inserción normal, con dificultades normales que tiene cualquier proceso de adaptación, pero todos están trabajando, todos están escolarizados”. Ese proceso inicial generó insumos y algunos ajustes en el procedimiento de cara a una nueva llegada de inmigrantes sirios. Estas modificaciones --indicó Miranda-- refieren a “lugares de radicación” y “diálogo con las familias en territorio libanés”, para ajustar detalles respecto “a su lugar de radicación en Uruguay, así como posibles opciones laborales”.