Locales | 02 Ago Los familiares del joven solicitaron al médico legista y profesor Guido Berro Rovira un informe basado en los hechos acontecidos con el paciente y que causaron su estado vegetativo. El especialista, en un documento fechado el 15 de junio de 2012, establece que “se deduce del análisis de la historia clínica y estado secuelar posreanimación que el paciente fue reanimado luego de un lapso que permitió que se instalara un agravio encefálico. En consecuencia, han quedado secuelas irreversibles por reanimación tardía”.
Se destaca asimismo que “puede deducirse que estando en la sala referida (de posoperatorio) permanecía sin vigilancia estrecha clínica y si hubo alguna vigilancia paraclínica, todo indica no condujo a la presencia inmediata de personal técnico para intentar revertir la situación de inmediato, todo lo que explica la reanimación tras varios minutos y sus graves consecuencias”.
Ya en aquel momento, Guido Berro culminó su informe señalando que “desde lo médico-legal hacemos notar la necesaria monitorización clínica y paraclínica en el posoperatorio inmediato. Los hechos ponen de manifiesto que probablemente no la hubo al menos completa y adecuada. En ese período hasta el despertar del paciente, el rol del anestesista es el fundamental, ya sea directamente o en forma delegada”.