SOEN EN MONTEVIDEO

Locales | 06 Ago Desde el pasado 1º de agosto el 90% de la plantilla de trabajadores de Cympay, perteneciente al grupo AmBev, se encuentra en el seguro de desempleo a raíz de un sobrestock de 50.000 toneladas de cebada, acumulado desde hace meses, y la recesión económica en Brasil que no permitió la exportación de la demanda.
Los trabajadores nucleados en el Sindicato de Obreros y Empleados de Norteña (SOEN) se reunieron con la empresa y prosiguieron las negociaciones en la Dirección Nacional de Trabajo, con su titular Juan Castillo, a fin de instrumentar una salida ordenada, con unos 23 operarios que hicieron uso de su licencia, otros 47 que se acogieron al seguro y algunas licencias otorgadas a través de DISSE.
Mientras tanto, en la fábrica permanecen 30 trabajadores que han sido distribuidos uno por cada sección y otros afectados a las tareas de mantenimiento de la maquinaria. El jueves pasado, una delegación concurrió a Montevideo para participar en los consejos de salarios y plantear la situación de la planta local. En la víspera se reunieron con Castillo, “para lograr que se tome contacto con esta problemática desde otros ámbitos, porque esta situación no está nada clara y nos preocupa”, dijo a EL TELEGRAFO el dirigente del SOEN, Roque Apecetche.
En la sede de la dirección Nacional de Trabajo se entregó un informe con las negociaciones efectuadas hata el momento y “pensamos que la semana que viene habrá derivaciones o respuestas ante otras gestiones. El martes retornaremos a Montevideo para reunirnos con los diputados de la Comisión de Legislación Laboral, donde planteareamos la complejidad del panorama laboral en el departamento”, añadió.
El sindicato avanza en otros diligenciamientos orientados “a mitigar el impacto económico”, tales como “evitar la pérdida del salario vacacional que respaldamos con actas correspondientes al año 2009, cuando habíamos pasado por un seguro de paro”, señaló Apecetche.
La empresa anunció inversiones por U$S 481.000 “en obras de mejoras técnicas y de mantenimiento para ganar eficiencia en su fábrica. Además de las tareas que se realizarán en el área de germinación, habrá mejoras en el sector de maceración. Durante el período de obras, los funcionarios pasarán por cursos de capacitación técnica y entrenamientos de seguridad en el trabajo”.
La empresa, que cuenta con 140 operarios y una capacidad productiva de 130.000 toneladas anuales, “aprovechará la baja de producción de cebada de la última zafra en Uruguay para interrumpir temporariamente la producción, lo que no comprometerá el abastecimiento de malta de Paysandú”.
La planta de Nueva Palmira atraviesa por una situación similar, con un estoqueado de 30.000 toneladas. Allí, se invertirán U$S 170.000 en “la actualización de calderas y estufas, entre otros equipamientos. En el período de obras, la planta reducirá sus actividades en 50%”, anunció la firma.
Para destacar la importancia de ambas malterías en Uruguay, la empresa informó que dichos emprendimientos movilizan “una extensa cadena productiva”. Agregó que “en un área de aproximadamente 65.000 hectáreas, cerca de 550 productores rurales cultivan cebada y proveen el insumo para ambas empresas. En este momento, estos agricultores están en período de siembra, y las malterías de Paysandú y Nueva Palmira proveen semillas, fertilizantes y ofrecen asesoramiento gratuito”.
Apecetche recordó que los trabajadores atravesaron por anuncios similares años atrás. “Este contexto de inversiones empresariales no es nuevo para los trabajadores. Ya pasamos por estos anuncios y tuvieron resultados negativos”, precisó.
El dirigente reiteró el escenario “de inseguridad” que atraviesan los trabajadores, en tanto “la empresa no confirma el reintegro de los trabajadores a sus puestos” al finalizar el seguro. “Tratamos de develar la incertidumbre por aquel viejo dicho de saber si debajo de la piedra no estará el cangrejo”, concluyó.