Rurales | 09 Ago En el marco del Salto Ovino desarrollado en la Agropecuaria de Salto, el principal de la cabaña salteña “San Rafael”, Omar Burutarán señaló que analiza un proyecto conjuntamente con una empresa instalada en el país para hacer clonaciones de su producción Hereford y Polled Hereford.
“Nos entusiasma bastante la idea porque es una herramienta que nos permitiría multiplicar en poco tiempo sementales que son muy valiosos para nosotros y que en el correr del tiempo van cumpliendo su ciclo”, dijo Burutarán al programa radial “La Hora del Campo” de Luis Andiarena. “Hoy tenemos armado un trabajo de transferencia embrionaria que es muy importante, pero llega un momento que esas donantes se terminan”, consideró el reconocido productor. “Si podemos llegar a clonar algunas de esas buenas madres que tiene San Rafael tanto en Hereford como Polled Hereford, estamos dispuestos a emprender ese nuevo paso”, precisó.
“A mí siempre me gustó ser medio aventurero en este sentido”, señaló Burutarán, quien consideró que son técnicas que en el mundo “ya se hacen corrientemente, por lo que hay que animarse un poco más”. Entiende que “son cosas que no son tan complicadas como a veces creemos”, dijo al tiempo de reconocer que “son costosas, pero interiorizándose del asunto se pueden lograr”.
Consultado si de una vaca clonada se pueden obtener embriones, Burutarán explicó que “sí. El animal funciona exactamente igual que los animales que nacen de parto natural o transferencia embrionaria”. Agregó que es una técnica que en Uruguay “está al alcance de los productores” y que en el caso de los productos de “San Rafael” que se clonen, se hará en el establecimiento ubicado en la zona de Arapey Chico, en la colonia Lavalleja.
Para llevar adelante la técnica no se precisa nada especial: “El animal y alguna comodidad. Ellos tienen un laboratorio ambulante en el que hacen la extracción del animal y después lo llevan al laboratorio fijo, en donde se hace el trabajo”.

CAMBIOS
El pasado 1º de marzo se cumplió un ciclo para el emprendimiento conjunto de la sociedad que llevaba adelante “San Rafael” con otros empresarios y que conformaron la empresa Limitour. Burutarán, quien resaltó que la sociedad finalizó con total conformidad de todas las partes, explicó que se quedó “con todas las grandes campeonas Hereford y Polled Hereford en San Rafael”.
A su vez, se conformó una firma brasileña que se denomina “Vasco Pampeano SRL”, en la que no participó directamente pero sí se arrendó una parte del campo a esa firma. “Ellos tendrán sus vientres y toros, además de exponer en exposiciones, produciendo genética en Angus y Hereford, bajo el trabajo en Uruguay de mi hijo menor, Matías, que está a punto de recibirse de veterinario y tendrá la responsabilidad de desarrollar el trabajo de esos empresarios”, explicó.

CLONACIÓN
Según el trabajo “Biotecnologías reproductivas aplicadas a la mejora genética animal”, publicado en el sitio web de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac), la clonación es una forma de reproducción asexual que se produce naturalmente en los organismos unicelulares y plantas. Este proceso reproductivo se basa solo en un patrimonio genético único. La generación de un nuevo animal de otro preexistente solo se produce artificialmente en el laboratorio. Los individuos derivados de dicho proceso tienen las mismas características cromosómicas del donante.
La clonación en el laboratorio se puede hacer de dos maneras: la separación de las células de un embrión en sus primeras etapas de la multiplicación celular, o mediante la sustitución del núcleo de un óvulo por el de una segunda célula de otro individuo.
Una vez que la transferencia nuclear de células somáticas entra en escena, el interés por la clonación cambia completamente. En la transferencia nuclear se utilizan dos tipos de células: un ovocito de un animal donante, por ejemplo una vaca, al que se le extrae por micromanipulación el núcleo, es decir, su carga genética. Por otro lado, una célula somática es inyectada en el ovocito. Estas dos células se fusionan y se produce un proceso denominado “reprogramación”, por el cual esta nueva célula toma características de una célula embrionaria. Luego es inducida a dividirse y se obtiene así un embrión que puede ser transferido a un útero receptor. El animal que nace por este procedimiento posee las características genéticas de la célula somática.
En la actualidad, una docena de grupos de biología de la reproducción se encuentra haciendo investigación y desarrollo en clonación en Argentina y Brasil. Investigadores del laboratorio de Biotecnología de la Facultad de Veterinaria de Uruguay anunciaron años atrás el desarrollo de la técnica de la clonación en animales. A la fecha no se encontraron publicaciones de resultados.
La célebre oveja Dolly fue creada por clonación de células somáticas, que consiste en la introducción de una célula somática (del cuerpo) en el embrión. Pero existe otra técnica más antigua: la clonación por células de embriones mediante la cual se divide un embrión y se obtienen gemelos idénticos. A través de esta última técnica hace 20 años, hay animales clonados.
Con respecto al consumo de alimentos provenientes de animales clonados, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria indica que aún no hay suficientes evidencias para asegurar que la carne y leche de animales clonados sean alimentos seguros para el consumo humano. Sin embargo, la Administración Federal de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos concluyó en enero de 2008 que no existen riesgos nuevos incrementados en relación al consumo de carne y productos lácteos derivados de los clones de ciertas especies de ganado vacuno, porcino o caprino o de la descendencia de clones con un historial de uso seguro.
Muchos expertos en el tema opinan que al no poder distinguir un clon de un animal reproducido sexualmente, no existen razones para establecer diferencias. Desde esta perspectiva, opinan que se deberían adoptar resoluciones sobre la base de la información científica existente y de lo actuado en otros países y hacerla pública.