Rurales | 03 Ago Los productores lecheros remitentes a la industria Indulacsa se encuentran acorralados frente a una situación de precios de la leche remitida a planta y los insumos necesarios para producirla, que en un breve período – estimado en no más de 90 días– llevará a un quiebre de las empresas lecheras del departamento.
Para los integrantes de la Sociedad de Fomento Rural de la Industria Lechera de Salto (Sofrils), es muy preocupante la frialdad con la cual fue discutida la problemática del sector en una reunión realizada días atrás, pero evidenció el compromiso con sus productores socios para continuar gestionando una salida a la situación con las autoridades nacionales y departamentales.
Los productores expresaron en la reunión que la producción lechera se encuentra haciendo frente al pago de los insumos que se adquirieron para las reservas de alimentos para el otoño e invierno, pero que durarían aproximadamente hasta octubre y que con esta situación no se observa intensión en el sector de invertir en la siembra de forrajes en la primavera.
El anunciado Fondo de Financiamiento a la Actividad Lechera, ya aprobado en la Cámara de Senadores y que será votado en Diputados esta semana, le brindará a los productores un respiro desde el punto de vista económico, pero éstos entienden que esta solución estará disponible recién en noviembre, faltando casi tres meses.

COMUNICADO
La subcomisión de Sofrils que trata las negociaciones ante Indulacsa-Lactalis planta Salto, expresó a través de un comunicado que reunidos con el gerente ingeniero Pablo Asci el pasado martes 28, se encontró “una barrera insalvable en revertir la baja decretada” por la empresa a partir del 15 de julio. “Ante esta dificultad y demostrando una total falta de sensibilidad, no se logró por parte del gerente interés alguno en mantener la plantilla de productores remitentes a la misma. Esto es extremadamente grave ya que también se puede ver afectada la viabilidad de la industria salteña”, indicó.
“Quedó demostrado lo que Sofrils viene planteando desde hace muchos años: el manejar la elaboración de un solo subproducto, en este caso quesos, refleja una debilidad comercial que se traslada a los productores de manera unilateral. La empresa manifiesta pleno conocimiento que el precio actual fijado por la misma lleva a los productores a la ruina”, añadió. Los productores remitentes “no se sienten respaldados ante el clima de incertidumbre manifestado por su gerente, tanto financieramente como anímicamente, ante las dificultades que vive el sector”.
“Queremos trasmitirles a nuestros socios la tranquilidad que Sofrils va a continuar por todos los medios que esté a su alcance (gremiales, políticos, etcétera) haciendo las gestiones necesarias para que esta situación se pueda revertir a la brevedad”, concluyó.