Rurales | 07 Ago Las precipitaciones que se han registrado en el litoral norte del país son muy puntuales, con zonas en donde los registros superan los 50 milímetros desde el viernes pasado, y otras zonas --más al Este del departamento de Paysandú-- en donde todavía prácticamente no ha llovido, aguardándose con expectativas lo que puede suceder en los próximos días.
Para muestra basta conocer lo acontecido en establecimientos ubicados al noreste del departamento, que en la madrugada del pasado miércoles recibieron lluvias de entre 35 y 40 milímetros, pero en el sureste y el resto del departamento no se registraron lluvias. Mientras la realidad es que en gran parte del departamento de Paysandú las lluvias han sido en el entorno de los 20 milímetros desde el viernes de la semana anterior, Guichón y alrededores no han corrido igual suerte. “Vemos pasar las tormentas, pero de lluvias en la zona todavía nada”, dijo a EL TELEGRAFO Carlos Gamarra.
El integrante de la firma Esteban Bosco Ruiz que prepara para la presente jornada la feria mensual en el local de la Liga del Trabajo de Guichón agregó que en la zona de Cuchilla del fuego, “en donde este miércoles estuvimos viendo el ganado, las lluvias han sido buenas, pero en Guichón prácticamente nada”.
Manifestó que en la vuelta de Guichón, desde el viernes pasado a la fecha, “van entre 10 y 15 milímetros, en alguna zona un poquito más, pero hacia el norte y zonas como Cuchilla del fuego, la colonia Juan Gutiérrez, ya superan los 50 mm”. Recordó que un productor le expresaba que “tuvo que sacar el ganado de determinado potrero porque el tajamar está seco y se complica por la falta de agua. Sucede lo mismo en los campos de las forestales, en donde hay pasto, pero no se puede echar el ganado porque están sin agua”.

RECONFORTADOS
“Sin dudas estamos más reconfortados porque se van dando algunas garúas y lluvias de pocos milímetros y de a poco nos vamos recuperando de la situación desde el punto de vista hídrico”, reconoció a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Roberto Ceriani, sosteniendo que también incide que “el frío se ha retirado un poco y favorece el rebrote de las pasturas”.
El presidente de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (APLPE) sostuvo que “es mejor que la recuperación se dé de esta manera, con lluvias que oscilan entre los 10 y 30 milímetros, que permiten al suelo absorber el agua y recuperarse. Que llueva 100 mm complica todo, porque los campos están pelados, con los animales encerrados y no nos permitiría aprovechar la mineralización de nitrógeno que se ha dado durante estos meses de falta de agua, con el suelo aprontándose para cuando haya humedad para aportar nitrógeno”. El profesional con tambo entre Esperanza y Porvenir reconoció que “los campos ya están reverdeciendo”, pero aclaró que aunque el aporte “es escaso, las expectativas son buenas mientras se mantengan estas temperaturas y no aparezcan nuevas heladas”. Respecto al sector lechero, recomendó a los productores aprovechar este rebrote de las pasturas y “ver cómo pinta el panorama para la primavera”. Precisó que algunos predictores en meteorología “dan mucha agua para la primavera”.
Entiende que plantar sorgo en primavera con mucha lluvia “puede ser complicado”, y hay técnicos que mencionan “la posibilidad de hacer algún maíz temprano en los lugares en que haya tierra preparada”. De todas formas, puntualizó que “las recetas en este tipo de situaciones no son claras porque cada establecimiento merece una atención diferente, porque hay que ver qué reservas tiene”.

IMPACTO
En donde claramente las precipitaciones están causando un mayor impacto es en el centro y fundamentalmente sur del país, donde se pasa de una sequía y déficit hídrico de varios meses a lluvias que en pocos días suman lo que debería llover entre el otoño e invierno. Esto determinó que desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) se descarte por el momento extender las medidas adoptadas en los nueve departamentos afectados.
Claramente lo dijo el secretario de Estado, Tabaré Aguerre: “Cuando está por empezar la primavera, llueve y esto desencadena un ciclo productivo que permite un buen crecimiento de pasturas”, al tiempo de especificar que “el 15 de agosto se termina el período de emergencia”.
“El problema no se resuelve, ya que llueve agua y no pasto”, reiteró Aguerre, pero sostuvo que “lo que determinaba la emergencia era la falta de lluvias y hoy la sequía no está”.