Locales | 13 Ago La Unidad de Vivienda municipal, que encabeza el ingeniero agrimensor Federico Pollini, ha incorporado entre sus prioridades culminar los programas que tiene en ejecución, dar continuidad y profundizar los programas de rehabilitación urbana con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) y extenderlos al interior departamental, a la vez de mejorar y eventualmente incorporar nuevos instrumentos para adecuar la gestión a los requerimientos de más sectores de la población. Así lo señaló Pollini a EL TELEGRAFO, al delinear aspectos centrales de su tarea.
Pollini fue asesor del Mvotma durante las gestiones de la ministra Graciela Muslera y Francisco Beltrame, durante un año y medio, para la zona litoral, que comprende los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro, lo que le ha permitido conocer y seguir de cerca muchos de los programas, “porque las realidades a veces no son las que uno cree, sino que generalmente son peores, lamentablemente”.
Asimismo, en la Intendencia ha encarado funciones en períodos desde el año 1997, vinculado con la elaboración de los planes urbanísticos, además de ser agrimensor municipal, integrar la Dirección de Planeamiento Urbano y ahora estar a cargo de la Unidad de Vivienda.
“Estamos tratando de cerrar programas que vienen en ejecución, como es el caso de viviendas por autoconstrucción, el plan lotes, los realojos como los de La Chapita y de los vecinos de Los Álamos, que son unas 230 unidades habitacionales que están en obra en Paysandú y Guichón”, indicó Pollini.
“Eso es lo que refiere a la parte constructiva, pero en cuanto a la de créditos, la Oficina de Rehabilitación Urbana sigue trabajando como lo viene haciendo desde 2008, con créditos para reforma y mejora, en la zona central y en la zona periférica, así como ampliación. La semana que viene se empezarán a entregar cheques en Quebracho, en lo que es la primera experiencia en el interior del departamento”, señaló.
“Si funciona, empezaremos a ubicar también en otras localidades los créditos. Esa es una línea que viene desde 2008 y que ha tenido un éxito muy importante”, evaluó.

RECURSOS QUE RETORNAN
“Debemos tener en cuenta que hay un buen repago, la gente está pagando sus créditos en un porcentaje que supera el 90%, lo que habla de la seriedad y el entendimiento de la gente y de la capacidad del equipo técnico a la hora de seleccionar a esos beneficiarios. Es un programa a continuar, que crece año tras año”, explicó el encargado de la Unidad de Vivienda.
Acerca de si se encararán algunos correctivos en la marcha de estos convenios con el Ministerio de Vivienda, el entrevistado sostuvo que “se están implementando los convenios, que se van amortizando y se va disponiendo del dinero que en principio había aportado el ministerio. La gente paga su crédito y eso pasa a formar parte de la nueva bolsa de créditos, junto con algunos otros proyectos que presenta el equipo de rehabilitación, que van engrosando esa cantidad. Los créditos se componen de lo que se repaga, de lo que la gente devuelve de los créditos y de fondos frescos que vienen del Mvotma ante presentación de proyectos concretos”.

MÍNIMA MOROSIDAD
Acerca del cumplimiento de los beneficiarios, Pollini manifestó que “desde 2008 hasta ahora se han entregado más de 45 millones de pesos, y si estamos hablando de un repago por encima del 90%, nos encontramos con que es un porcentaje muy alto”. Acotó que “prácticamente no ha habido morosidad”.
Destacó que en lo que refiere a la rehabilitación urbana, “se financia prácticamente todo con el dinero del repago y los nuevos créditos que vienen del ministerio”, en tanto “en el caso de la construcción de viviendas, la Intendencia se encarga de la infraestructura de los barrios, la dotación de servicios, aporta los oficiales, los equipos técnicos y el ministerio paga una canasta de materiales para la construcción de esas viviendas”.
Subrayó que “se trabaja en esas viviendas para ver si se puede ir mejorando la tipología, optimizando los recursos para que esos créditos rindan más”. Aunque aclaró que “hay algunas desprolijidades, algunos aspectos a la hora de pagar, que no dependen de la Unidad de Vivienda, porque a veces se demoran los pagos cuando el dinero está en las cuentas. No se entiende por qué no se paga contado a treinta días, y los trámites, la burocracia, encarecen el producto entre 25% y un 30%, que no tiene sentido”.

DESAFÍOS POR ACCESOS
En cuanto al desafío que significará la construcción de los accesos al puerto, el titular de la Unidad de Vivienda consideró que “es algo que se está manejando. En los accesos al puerto hay dos opciones hoy: una por la avenida San Martín y otra por el Parkway. Los ingresos por este último lugar implicarían algún tipo de realojo de algunos de los vecinos que hoy están a orillas del Parkway y eso se está evaluando. Desde la Intendencia, en la Mesa de Hábitab de la Mesa Interinstitucional, se empezará a estudiarlo y a tomar algunas precauciones para hacer números y poder definir que el proyecto sea sustentable, que no tenga sorpresas por el camino”.
Consideró que “el tema de los accesos es algo que viene sí o sí, falta definir cuál de las opciones se elegirá. Todos estos valores o estas evaluaciones previas son insumos para esa consultoría, de forma de poner estos elementos en la balanza y decidir luego técnicamente cuánto afecta la parte de la vivienda, qué soluciones se pueden llegar a plantear en un trabajo que es común a Intendencia y ministerios de Transporte, de Vivienda, Administración Nacional de Puertos, Mides, entre otros actores”.