Paysandú, Miércoles 19 de Agosto de 2015
Locales | 18 Ago Aunque en Paysandú no hay desplazados, tras las intensas lluvias de los últimos días, calles urbanas y caminos del interior del departamento han quedado intransitables o de tránsito peligroso. El río Uruguay, en tanto, llegó a la medianoche a 4.33 metros sobre el cero, en un leve repunte, que aún mantiene lejos el agua de la zona poblada, más allá de que en algunas zonas de la ciudad se aprecia el agua a pocos metros de casas precarias, levantadas en áreas no autorizadas para construir.
En la ciudad, en el barrio El Roble, donde OSE está instalando la esperada red de saneamiento, un camión recolector de residuos domiciliarios y dos retroexcavadoras quedaron atrapadas en el pavimento de tosca, que por efecto de las lluvias ha perdido consistencia y no ofrece ya seguridades de rodamiento para los vehículos. Tan así que, como comentaron vecinos a EL TELEGRAFO, “ni siquiera a pie podemos salir; los chicos tienen problemas para ir a la escuela, y los mayores para ir al trabajo o hacer mandados”. Por otra parte “en estos días acá no entran ni taxímetros ni camionetas o camiones de reparto, por lo que los almacenes de la zona se ven desabastecidos de algunos productos”. Y aquellos vecinos que tienen vehículos, los dejan fuera del barrio. “Tengo un camión, pero en estos días lo estoy dejando a unas cuadras. No me animo a entrar”, dijo un residente de El Roble.
Alrededor de las 16, el camión recolector que hace el recorrido por la zona transitaba por Ayuí cuando al pasar Libertad quedó empantanado e inmovilizado. La Intendencia destinó una retroexcavadora y se entendió que era mejor efectuar la maniobra de rescate desde el Este, por lo que la máquina vial intentó dar un rodeo, tomando por Proyectada 58, luego Luis Batlle Berres y posteriormente Ayuí. Pero la pesada máquina con doble tracción también sucumbió y quedó atrapada en el lodazal de tosca. Una segunda retroexcavadora fue enviada a la zona y en la misma Proyectada 58 también quedó empantanada.
Entre tanto, las horas habían ido transcurriendo y la noche poco a poco llegando. Alrededor de las 19, una tercera máquina vial, con pala frontal, fue enviada a la zona. Se determinó que la primera maniobra era retirar del lugar a las dos retroexcavadoras para que con esos equipos se pudiera liberar al camión recolector.
En tanto, los vecinos siguieron con atención las maniobras de la maquinaria municipal, comentando que si bien la obra de saneamiento había sido largamente reclamada y ahora se encuentra en su etapa final, atendiéndose algunos problemas menores con las conexiones domiciliarias, la lluvia, por un lado muy esperada, ha provocado problemas secundarios debido precisamente a que las condiciones climáticas son de muy difícil solución en estos días.
COMITÉ DE EMERGENCIA
SE MANTIENE ALERTA
En tanto, aunque no hay desplazados y se está lejos del límite de la franja de seguridad de 5,60 metros, el Comité Departamental de Emergencia se mantiene alerta y el Centro Coordinador de Emergencias Departamental (Cecoed) plenamente operativo.
El presidente del comité, el director general de Servicios, Marco García, destacó que “no hemos tenido que atender emergencias de los vecinos por las intensas lluvias”, más allá de “algunos pozos negros anegados, los que por suerte no han sido muchos”. Para el sábado pasado había cuatro pedidos, el domingo se sumó uno y en la víspera hubo otros cuatro, llegando a un total de nueve.
No obstante, dado precisamente que en algunas zonas de la ciudad la caminería urbana ha sufrido el impacto continuado de la lluvia, se estima probable que una vez que la situación climática mejore, aumente la cantidad de solicitudes.
Por otra parte, el comité mantiene su reunión semanal y en las mismas “se monitorea la situación y se estudia con detenimiento todo lo que viene proveniente del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae)”, explicó García. Pero en las reuniones de estas semanas “por el momento al menos, el tema (de las inundaciones) no figura como prioritario porque la situación en nuestra zona es normal y no parece que fuera a cambiar, al menos si se mantiene la situación aguas arriba”.
Uno de los temas que se está analizando “tiene que ver con el Encuentro con el Patriarca, que es considerada una situación de riesgo, por la cantidad de personas y cabalgaduras involucradas, así como un aumento de tráfico carretero”, dijo García.
“Junto a las aparcerías estamos considerando un protocolo que se aplicará durante la marcha” a caballo a la Meseta de Artigas a fines de setiembre.
Por otra parte, en setiembre y en octubre “realizaremos tres talleres de capacitación sobre cómo actuar en situaciones de riesgo”. El primero de ellos estará “dirigido a maestras y escolares en escuelas ubicadas en zonas de riesgo por inundaciones en el río Uruguay y los arroyos Sacra y La Curtiembre”. El segundo “será para los municipios, para que alcaldes y concejales puedan identificar en cada zona las vulnerabilidades y riesgos”. Y el tercero y último para “vecinos, asociaciones y organizaciones que viven cerca del río o de los arroyos, para que también reciban la capacitación ante situaciones de riesgo”, declaró el presidente del Comité Departamental de Emergencias.
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