Paysandú, Jueves 20 de Agosto de 2015
Rurales | 16 Ago El destete precoz a corral y la suplementación del ternero al pie de la vaca son alternativas tecnológicas eficaces a los efectos de lograr incrementos en el peso de los terneros a los seis meses de edad, aumentando significativamente el Producto Bruto (PB) de empresas criadoras, señaló el ingeniero agrónomo Alvaro Simeone, durante la 17ª Jornada de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), realizada en el salón Egeo de Paysandú, ante más de 1.200 personas provenientes de todo el país, Argentina y Brasil.
Simeone, que se desempeña como docente e investigador de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de la Facultad de Agronomía, manifestó que “las posibilidades de que ese aumento en el PB se traduzca en mejoras en el Margen Bruto Ganadero, estarán determinadas por su aplicación en escenarios de precios con relaciones más favorables que las actuales”.
Entiende que esta realidad “obliga a los técnicos y empresarios ganaderos a realizar un análisis detenido de los diferentes escenarios de precios de insumos y de terneros, en particular la relación de precios ternero pesado/ternero liviano”. Acotó que “la información resumida brindada durante la jornada y en otras publicaciones técnicas, constituye la base sobre la cual puede construirse ese análisis”.
Simeone explicó que el margen bruto de la cría “está fuertemente condicionado por los kilos de terneros destetados por vaca entorada. Este indicador combina la eficiencia reproductiva del rodeo con el peso de los terneros al destete y constituye una medida de cuantificación de uno de los principales productos del sistema criador que vende su producción de terneros a fines del otoño”.
La eficiencia reproductiva ha sido considerada la principal determinante del valor asumido por el indicador, “no solo por su efecto directo en la cantidad de kilos vendidos, sino por las implicancias que presenta del punto de vista de la eficiencia global del sistema de cría”. En función de ello, precisó que “fuerte énfasis se ha puesto en la investigación referida a la mejora de la tasa de destete o procreo, la cual históricamente a nivel nacional se ha ubicado en torno al 63%”.
La tecnología generada, referida al manejo de la condición corporal a lo largo del ciclo reproductivo aplicada eventualmente en conjunto con técnicas de control del amamantamiento para acortar el largo del anestro post parto, como el destete temporario o el precoz, contribuyen a incrementar significativamente la tasa de procreo en rodeos manejados sobre campo natural, reportándose valores del orden del 80-85%. “La mejora de este indicador impactará significativamente no solo sobre los kilos de ternero destetado por vaca entorada, sino también por unidad de área”, simplificó el profesional.
Agregó que “habiendo encontrado alternativas tecnológicas para mejorar el procreo del rodeo, el nuevo desafío ahora en la búsqueda de una mejora del margen bruto de la cría estaría dado por la apuesta a la mejora del peso al destete sin resentir la performance reproductiva de la vaca. Los cambios generados en el negocio ganadero, fundamentalmente la demanda por animales jóvenes y pesados a la faena, o las expectativas de mejora en la cría por reducir la edad de entore de 24 a 15 meses, presionan hacia la necesidad de lograr una mayor tasa promedio de ganancia de peso vivo durante la vida del animal, lo que refuerza la necesidad de mejorar el punto de partida: el peso al destete de los terneros, ya que llegar a otoño con un mayor peso ofrece la oportunidad de atenuar los esfuerzos para aumentar la performance en las etapas posteriores”, dijo.
Indicó que el peso del ternero al destete, cuando éste es criado al pie de la madre y se desteta con una edad promedio de seis meses, “se ubica en el entorno de los 140 a 160 kilos, variando en función del año. El crecimiento pre-destete en estas condiciones es el resultado de la producción de leche de vaca durante los primeros meses de vida, y posteriormente del aporte variable de forraje del campo nativo, en interacción naturalmente con el potencial genético tanto de la vaca como del ternero”.
En las condiciones de producción en las que se desarrolla la cría en Uruguay, con los biotipos predominantes en el país, “la performance del ternero al pie de la vaca se encuentra generalmente en el orden de los 600 gramos diarios. Por lo tanto, las posibilidades de mejorar este indicador podrían estar dadas por un cambio en el potencial genético, probablemente asociado al uso de cruzamientos de forma de capitalizar el vigor híbrido individual del ternero y el maternal, sin incrementar significativamente el tamaño de la vaca”.
Otra posibilidad apuntada por Simeone es “una mejora del nivel nutricional del ternero; o una combinación de ambos. En la UPIC, la investigación se ha orientado en el sentido de la segunda vía propuesta”, puntualizó.
SUPLEMENTACIÓN AL PIE DE LA VACA
La suplementación del ternero al pie de la vaca, también conocida como creep feeding, “propone asegurar el acceso del ternero al consumo de ración sin permitir el acceso de la vaca al mismo, mientras el ternero continúa mamando”.
Simeone sostuvo que el resultado de la aplicación de esta tecnología, evaluado a través de su impacto sobre la ganancia de peso vivo pre destete y el peso al destete --a los seis meses edad-- “depende de varios factores”. Entre estos se destaca “el momento en que se inicia la suplementación --o días totales de suplementación--, la cantidad de suplemento ofrecida, la cantidad de leche que produce la madre y su consumo por el ternero, así como la condición de la pastura durante el verano”.
Aclaró que esta última pasa a jugar un rol importante, “no solo a través de su efecto sobre el consumo de la vaca y la producción de leche, sino sobre el consumo directo del forraje por parte del ternero a medida que avanza la edad de éste. Estos factores interactuarán modulando la respuesta del ternero al pie de la vaca cuando se le suministra suplemento”.
El investigador manifestó que la investigación nacional “ha abordado algunos de estos aspectos, como la respuesta al creep feeding en función de la carga a la cual es manejado el rodeo o la respuesta observada cuando se aplica en combinación con otra técnica de control del amamantamiento como lo es el destete temporario”.
Dado que el consumo de concentrado representa el mayor costo asociado a la implementación de esta técnica, “la cuantificación de la respuesta --tanto en ganancia de peso como en eficiencia de conversión del concentrado-- resultante del nivel de oferta de suplemento es clave”, dijo Simeone tras presentar la experiencia realizada recientemente en la UPIC evaluando precisamente ese facto.
DESTETE PRECOZ A CORRAL
En el destete precoz a corral (DPC), el ternero es separado en forma definitiva de la vaca cuando éste tiene una edad promedio de 60 días y 70 a 80 kilos de peso vivo. Una vez finalizado el período de transición a la dieta sólida, generalmente en mangas o corrales, el ternero continúa siendo manejado a corral durante 90-120 días, para luego ser vendido a la salida del corral o bien salir al pasto en otoño. “La fase de transición es sucedida por un período de adaptación a la dieta de corral, cuyo objetivo es ir aumentando la cantidad de concentrado hasta alcanzar gradualmente la relación forraje/concentrado en la dieta de corral y el nivel de consumo propuesto”, precisó el técnico.
Reiteró que en la experiencia anterior, “terneros al pie de la vaca sin acceso a suplemento pesaron 145 kilos a los 180 días de edad. Si bien la suplementación a voluntad del ternero al pie de la vaca podría cumplir con el objetivo de alcanzar altos pesos al destete en torno a los 200 kilos, la alimentación a corral del ternero asociada a la práctica del destete precoz puede justificarse en dos situaciones: cuando el desempeño reproductivo está comprometido ya sea en vacas primípara o bien multípara en muy pobre estado corporal (inferior a 3,5 en la escala de 1 a 8), o bien en el caso que las relaciones de precio de ración y kilos de ternero, que requieran de mejores eficiencias de conversión del concentrado”.
El destete precoz a corral tendría a su favor la ventaja de permitir la manipulación directa de la dieta del animal, lo cual por un lado asegura mayor consistencia en los resultados esperados en la medida que la alimentación puede ser totalmente controlada, y por otro, permite el ajuste de ésta en función de los objetivos de ganancia planteados.
A modo de síntesis, como resultado de cinco años de experimentación en la UPIC en este tema, “se ha observado que terneros destetados con un peso promedio de 70 a 80 kilos registran durante el período de transición a la dieta solida e introducción de las dietas de corral una ganancia de peso vivo en torno a los 500 a 600 gramos por día. Pasado este período, en planteos con oferta de raciones totalmente mezclada a voluntad, se registran ganancias medias de peso, para períodos de encierre en torno a 100 días, del orden del 1,2 a 1,3 kilos por día, con una eficiencia de conversión 3,8±0,8 kilos de Materia Seca (MS) consumida por kilos de peso vivo ganado. A los seis meses de edad, los terneros alcanzarían un peso promedio entre 190 a 210 kilos”.
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