Policiales | 14 Ago Un guichonense de 50 años y su compañera, de 35, fueron procesados tras comprobarse su responsabilidad en al menos dos hechos de atentado violento al pudor en perjuicio de adolescentes con quienes mantenían un vínculo familiar, hecho que ha causado conmoción en Guichón y sus alrededores.
Según información extraoficial recabada por EL TELEGRAFO, el caso quedó al descubierto a raíz de que una de las víctimas habría contado lo ocurrido en un centro educativo de la ciudad. Al parecer, la menor, de 12 años, habría expresado que un familiar suyo --que vivía a pocos metros de su casa-- había intentado propasarse con ella, sometiéndola a manoseos en sus partes íntimas. El triste episodio habría sido el puntapié para que salieran a la luz las prácticas similares que el ahora procesado realizaba desde hacía casi un año con la hija de su pareja, una adolescente de 16 años. Personal de la Seccional 12ª condujo detenido a D.A.R., quien negó las acusaciones en su contra y finalmente, tras varias evasivas, optó por admitir que había realizado los actos de los que se le acusaba. Así, manifestó que el atentado a la hija de su pareja había comenzado como un juego.
Asimismo, la joven habría indicado que tras sufrir el primer acto inmoral, le había contado a su madre pero que ésta no le había hecho caso. Por lo tanto, la mujer –de iniciales S.G.-- sería consciente de lo que ocurría entre su pareja y su primogénita y habría terminado por confesar que estaba al tanto de lo ocurrido.
Remitidas las actuaciones a la Justicia, se resolvió el traslado de los dos detenidos --carentes de antecedentes penales-- a la sede judicial sanducera, donde el magistrado de turno resolvió el procesamiento con prisión de D.A.R. por el delito de ultraje público al pudor, y de S.G. por un delito de omisión a los deberes inherentes a la patria potestad. Ambos fueron alojados en el Instituto Nacional de Rehabilitación, excárcel departamental.

UNA CIUDAD CONMOVIDA
Los hechos causaron inmediata conmoción en la ciudad de Guichón y sus alrededores, donde D.A.R. contaba con una gran exposición. Las reacciones de los vecinos de Guichón tuvieron alta resonancia a través de la red social Facebook, en la que varios alentaban a utilizar como fotografía de perfil una cinta o lazo verde, un emblema contra los abusos sexuales a menores. En tanto, numerosos mensajes evidenciaban la indignación por lo ocurrido y algunos alegaban que este tipo de casos deben ser expuestos para que no pasen desapercibidos.