Locales | 18 Ago La diputada nacionalista Patricia Vásquez Varela formuló una exposición en cámara con el objetivo de que se tenga en cuenta la instalación del tercer horno de Ancap por lo menos para 2017, para cuya concreción no se tiene fecha todavía pero que se ha descartado en lo inmediato.
La diputada suplente de Nicolás Olivera cursó una exposición escrita dirigida al Ministerio de Economía y Finanzas, a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y al Directorio de Ancap, a fin de que “se tenga en consideración la instalación y montaje de un molino vertical y construcción del tercer horno de la planta de cemento portland de Ancap de Nuevo Paysandú durante el año 2017”.
Precisó que “recientemente hemos recibido información de que entre las pautas económicas de la OPP está previsto para Ancap el gasto de 350 millones de dólares para el quinquenio 2015-2020, y que la obra de la planta sanducera de cemento portland no estaría incluida en los años 2015 ni 2016”.
“También se nos ha manifestado que hay voluntad en iniciarla después, destinándole un monto de 100 millones de dólares que no se sabe si se fraccionará o no. Esta incertidumbre de fechas no establecidas y de compromiso estrictamente verbal nos genera preocupación, por lo que realizaremos un seguimiento minucioso del tema, en el entendido de que esta obra amerita ser realizada por los beneficios que generará no sólo a los trabajadores sino también al ente y en definitiva al país en su conjunto”, explicó.
Observó que con la incorporación del horno se logrará “una producción rentable (1.800 toneladas clinker/ día) en cuanto a calidad y producción, que ya cuenta con numerosos mercados para su colocación y que trabajaría con un combustible que también apuesta a la disminución de costos y por tanto a mayor rentabilidad”.
Asimismo, desde el año 2010 el equipamiento de alta tecnología del molino vertical, de 50 millones de dólares, está depositado en numerosos contenedores, “por lo que entendemos que esta situación representa otro argumento de peso para que agilizar las tareas de instalación y montaje, así como la construcción del tercer horno que duplicaría la capacidad de producción( 1500 Ton Ck/día) que generaría mayor eficiencia y permitiría cubrir las necesidades de la mesopotamia argentina (siendo una parte del mercado nada despreciable y que las cementeras argentinas no logran satisfacer) y también la posibilidad del mercado paraguayo y posibles mercados de Latinoamérica y el resto del mundo”. A su juicio, la evaluación económica de la obra es positiva y le permitirá al país usar materia prima (piedra caliza) disponible en nuestro suelo, “al tiempo de ejecutar un proceso industrial con empleo de mano de obra genuina y aporte de valor en toda la cadena de producción, ya que se parte de la piedra, que tiene un valor de centavos de dólar por tonelada y se llega a un producto cemento que se comercializa a más de 150 dólares la tonelada”.