Opinion | 20 Ago Uruguay es el país más igualitario en acceso a Internet en América Latina, según el informe de la Cepal “La nueva revolución digital”. El informe, que contiene datos relevantes sobre el despliegue y la incorporación de las tecnologías digitales en las economías, señala claramente que el mundo se ha vuelto cada vez más digital y lo seguirá siendo aún más.
Califica como espectacular el crecimiento de Internet en América Latina y el Caribe, indicando que en poco más de una década, a partir de 2003, se duplicaron con creces los usuarios de Internet, que ya alcanzaban al 50,1% de la población en 2014; existen más de 700 millones de conexiones a telefonía móvil, con más de 320 millones de usuarios únicos, y muchos países de la región se encuentran entre los que más usan las redes sociales globales.
En este contexto, Uruguay es el país más igualitario en acceso a Internet en América Latina y, por otra parte, encaja perfectamente en el perfil de los países que han avanzado en la expansión del acceso y la apropiación de las tecnologías digitales debido principalmente a tres factores positivos en el último decenio: un fuerte crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la disminución de los costos de los equipos y las tarifas de acceso a los servicios, lo que llevó al aumento de la inversión en la construcción y expansión de redes, especialmente de 3G. En nuestro país, además, el Plan Ceibal tuvo especial incidencia en la ampliación de acceso sociaL a Internet, lo que se está reeditando ahora en la franja personas de la tercera edad, a través de la entrega de tablets a jubilados.
No obstante, las expectativas de crecimiento económico se han deteriorado sensiblemente en nuestro país y a región y las tasas que se esperan para el período 2015-2017 equivalen a apenas un tercio de las que se registraron entre 2003 y 2012, lo que seguramente tendrá impactos negativos en la inversión y el consumo.
Por otra parte, los países desarrollados, con China, Alemania y Estados Unidos a la cabeza, están pasando de una Internet centrada casi totalmente en el consumo a una Internet del consumo y la producción con el objetivo de mejorar su industria manufacturera mediante las tecnologías digitales y la robótica avanzada. En América Latina --y Uruguay no es la excepción-- el desarrollo de las tecnologías digitales es fundamentalmente exógeno: consumimos lo que producen otros. Insertarse activamente el mundo digital requiere generar escenarios que introduzcan estas cuestiones para evitar rezagos en el crecimiento económico y el desarrollo social y parte de eso implica pasar de consumidores a productores de productos y servicios, educar y formar profesionales para una economía cada vez más digital.