Paysandú, Lunes 24 de Agosto de 2015
Rurales | 24 Ago El doctor Rafael Carriquiry recomendó a los productores que, frente a la posible compra de toros, verifiquen su estado reproductivo, lo que es certificado por un veterinario, al tiempo que se refirió a las diferentes etapas de la evaluación de toros y cómo su realización puede influir sobre los índices de preñez.
Se acerca el entore y teniendo en cuenta que dos meses antes del servicio se recomienda realizar la evaluación reproductiva de los toros, los productores deben de tener presente qué es la evaluación genética. “El productor tiene conocimiento de esto y elige por valores genéticos y conoce la importancia que tienen éstos y cómo se transmiten”, dijo a EL TELEGRAFO.
“Hoy contamos con información objetiva que el productor tiene presente, pero creo que no tiene tan claro la importancia de la sanidad y de que los toros tengan la certificación sanitaria. Esa certificación es un documento expedido por un veterinario, en el que se explica qué análisis se hicieron al toro y qué resultados se obtuvieron”, explicó.
Aclaró que cuando se compra un toro no es suficiente con la palabra del rematador o del consignatario, “sino que se debe exigir una certificación de un profesional. También hay que tener presente que esta certificación tiene una validez para este momento, pero si el toro fue comprado el año pasado, ya no tiene validez”.
La premisa es revisar todos los reproductores todos los años. “Hacerlo con un veterinario que dé certezas de que estén libres de enfermedades venéreas y sus condiciones físicas y comportamentales sean adecuadas para cumplir con su función reproductiva”, sostuvo el técnico.
Explicó que “lo primero que debemos tener en cuenta es la condición física general del toro. El reproductor debe ser atleta, por lo tanto no puede estar ni muy gordo ni muy flaco. El animal debe comer correctamente, es imprescindible boquearlos revisando la dentición”. La visión es el sentido que el toro utiliza para detectar las vacas en celo. “Por lo tanto, hay que identificar y descartar aquellos que tienen queratoconjuntivitis o cáncer de ojo”. También es importante para Carriquiry que “tenga buenos aplomos y se desplace sin problemas, la sanidad de las patas es sustancial”.
Luego hay que revisar los órganos reproductivos mirando la zona del prepucio, pene, glándulas seminales, epidídimo y testículos. “Particularmente en los testículos se debe evaluar su posición y forma”, dijo. El veterinario debe acompañar esta revisión con una extracción de semen para conocer su calidad y volumen. Además, se debe hacer un raspaje de prepucio para detectar enfermedades venéreas.
COMPORTAMIENTO
Respecto al comportamiento del animal, el profesional señaló que “hay dos pruebas que se realizan en los bretes. La primera es la de aptitud de monta, donde se evalúa la manera en la que el toro busca a la vaca, cómo hace la monta, cómo da el golpe de riñón y desmonta”.
La segunda prueba es de capacidad de servicio, “en la que se observa la cantidad de montas que puede hacer el toro en un tiempo determinado. Este dato asociado con el tamaño de los testículos medido a través de la circunferencia escrotal, nos permite estimar con cuántas vacas se puede poner este toro”, precisó.
A nivel físico el productor puede a groso modo revisar los toros, “saber si tienen problemas físicos, si son viejos, boquearlos, sacar aquellos que están enfermos de los ojos, pero hay pruebas que las debe hacer un veterinario”, puntualizó.
Manifestó que “hay que saber si el toro tiene enfermedades venéreas y las muestras necesarias para diagnosticarlas las debe tomar un profesional mediante un raspaje, las que se deben enviar a un laboratorio y ser transportadas de manera correcta”. Otro significativo análisis el de semen, “para conocer su movilidad, volumen, calidad y relación de espermatozoides vivos/ muertos, y esta evaluación la debe realizar un veterinario”.
CIFRAS
Respecto a la existencia de cifras sobre la generalización de la revisión de toros a nivel nacional, Carriquiry indicó que el único estudio enfocado a enfermedades reproductivas que incluía una consulta sobre revisión de toros, “lo realizó hace muchos años la Dirección de Laboratorio Veterinarios (Dilave) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), indicando que un 18 al 20% de los productores realizaban revisión de toros. Otros, que no fueron realizados a nivel nacional, hablan de 40% de productores que realizan revisación de toros en determinadas zonas”.
“Desde mi experiencia y conversando con otros colegas puedo decir que en el departamento de Rivera donde trabajo, prácticamente el 10% de los productores realiza revisión de toros. Con este porcentaje de productores revisando toros, el rodeo nacional se expone a un problema de pérdida reproductiva muy importante”, acotó.
Para el profesional la no revisión de toros “nos roba algunos puntos de preñez. Es claro que difícilmente nos enfrentamos a una situación catastrófica que de un año al otro se bajen 20 puntos de preñez. Pero no revisar los toros nos puede robar de dos o cuatro puntos de preñez, lo que son unos cuantos cientos de dólares que pueden ahorrarse fácilmente evaluando los reproductores”, finalizó.
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