Nacionales | 30 Ago Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) del 2011 señaló que el 88% de las escuelas de la región no tienen laboratorios de ciencias, el 73% no tienen comedor, el 65% no cuentan con salas de informática, un 63% no tienen espacios de reuniones u oficinas para docentes y 40% no tienen biblioteca.
Pablo Martinis, director de la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, afirmó a El Espectador que “Uruguay necesita una fuerte inversión en infraestructura en los 4.000 centros que existen en el país”. Agregó que el país se enfrenta a dos desafíos: “A nivel de la enseñanza media, se necesitan nuevos locales porque hay matrículas muy abultadas, donde es difícil pensar en proyectos que abarquen a todos los estudiantes. Un segundo desafío es la universalización de la matrícula: habrá más estudiantes en el sistema, por lo tanto se debe prever, tiene que ser parte de un proceso de planificación educativa”.
El presidente Tabaré Vázquez anunció en su primera cadena nacional que el objetivo del gobierno para el año 2020 es que el 100% de los jóvenes de hasta 17 años permanezca en el sistema educativo y que el 75% termine el ciclo de enseñanza media.
Por otro lado, los expertos en educación están de acuerdo en que las clases superpobladas no ayudan al aprendizaje de los estudiantes y aunque los asesores del gobierno quieren ir hacia un sistema con atención más individualizada, es necesario un shock de infraestructura para lograrlo. Ante las críticas de achiques y recortes, Vázquez prometió 12 mil millones de dólares de inversión en infraestructura, pero se desconoce cuánto se destinará a la educación.
Con respecto a la formación docente, el Consejo Directivo Central (Codicen) encargó en 2012 a la consultora Cifra un estudio sobre la formación de los profesores uruguayos y allí se encontró que de 10 estudiantes que ingresaron a la carrera, cuatro se desvincularon de la docencia antes de terminar, otros cuatro ejercen como profesores sin título, uno obtuvo su título después de más de siete años, y solamente uno egresó en tiempo y forma. Además, el estudio encontró que un tercio de los que empezaron el profesorado abandonó la carrera sin siquiera haber rendido un examen.
Los estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (IPA), el centro de formación docente más grande del país, son los que tienen mayor tasa de abandono y menor tasa de egreso. De 100 estudiantes que ingresaron en 2005, 61 se quedaron en la carrera luego de cursar el primer año, y de esos, solo 29 llegaron al cuarto año.

VANDALISMO EN ESCUELAS PREOCUPA A AUTORIDADES SALTEÑAS
Una escuela de Salto fue víctima de vándalos que ingresaron a la institución para robar e incluso orinar y defecar dentro de los salones de clase. Se trata de la tercera escuela en una semana que fue objetivo de vandalismo de este tipo, informó el diario Cambio.
Primero fue la escuela Nº 2, luego la escuela Nº 92 del barrio Horacio Quiroga, donde rompieron los vidrios de los ventanales de los pasillos internos y, por último, la Escuela Especial Nº 126, donde rompieron juegos didácticos, robaron carne de la cocina, bebieron y volcaron leche y hasta defecaron en uno de los salones. El tema inquieta a las autoridades de Inspección de Primaria, que buscan la forma de frenar los atentados a las instituciones.

COYA DESMINTIÓA SENDIC
El presidente de Ancap, José Coya, descartó que las transferencias que el ente realiza por el subsidio del boleto expliquen las pérdidas de la empresa. “El fideicomiso del boleto no tiene nada que ver con el resultado” económico del ente. Y de esta forma rechazó la explicación de su propio antecesor, Raúl Sendic, sobre el millonario déficit. Entrevistado por El País, Sendic dijo que: “lo que falta en Ancap está en el Gobierno central” y ejemplificó que la pérdida operativa del ente el año pasado fue de U$S 120 millones, y “Ancap transfirió para el subsidio al boleto en el área metropolitana U$S 126 millones. Es decir que lo que no está en Ancap está en el Gobierno Central”.
Consultado en la comisión investigadora por el nacionalista Álvaro Delgado sobre si el resultado económico de la empresa sería el mismo si no actuara como agente de retención, recaudación y transferencia de impuestos y del subsidio del boleto, Coya respondió que: “el fideicomiso del boleto y los impuestos nada tienen que ver con el resultado”.
Delgado repreguntó: “¿Entonces la respuesta es que el déficit hubiera sido el mismo?”, y Coya reiteró “obviamente”.
Las autoridades del ente manifestaron que parte del déficit puede explicarse por el pago que le hace a ALUR en concepto de “blending” de biocombustibles.
Al respecto, Coya dijo que el costo final del etanol es de U$S 2.100 por metro cúbico y de U$S 1.700 en el caso del biodiesel. Son costos superiores al de refinado de combustibles convencionales, pero el presidente del ente puntualizó que en este caso se trata de “productos terminados y no de materia prima”.