Policiales | 02 Sep Cuatro sujetos resultaron procesados tras un rápido trabajo realizado por personal de la Seccional Tercera, que permitió aclarar el hurto –perpetrado durante el fin de semana– de numerosa mercadería desde el depósito de una empresa sanducera. La investigación además permitió la detención de otras cinco personas, quienes adquirieron parte de la mercadería hurtada.
Según información extraoficial recabada por EL TELEGRAFO, un hombre de 44 años se presentó en la citada repartición y denunció que desde un depósito ubicado en las inmediaciones de Vicente Mongrell y Sarandí desconocidos habían efectuado daño en una reja y puerta, y hurtado 50 kilos de chocolate de repostería, 96 kilos de salsa pizzera en bolsas de tres kilos cada una, 12 kilos de polvo de hornear, 48 unidades de crema doble, 20 kilos de duraznos en almíbar, 18 kilos de polvo para cupcakes, 18 kilos de brownie chocolate, 40 paquetes de granas multicolores de 500 gramos cada uno, diez paquetes de chocolate de 500 gramos, 15 kilos de pulpa de frutilla, 27 kilos de pulpa de manzana, ocho tabletas de chocolate de 500 gramos y un parlante Xion, valuando el hurto en la suma de 55.000 pesos.
Mediante datos confidenciales recabados por la Policía se logró ubicar parte de la mercadería, la que se encontraba escondida dentro de un viejo aserradero, ubicado en la zona de Ituzaingó y diagonal al Cementerio. Desde allí, fueron recuperadas cinco cajas con paquetes de chocolates varios.
Una vez documentado y trasladado a la comisaría, se sospechó que no serían ajenos al hecho Silvio Clementino Mayo Balor, de 24 años, poseedor de antecedentes penales, A.B.M., de 19, y A.G.L.F., de 18, los tres habitantes de la zona del barrio Purificación 1, detrás del Cementerio Central.
Indagados, uno de éstos habría manifestado que vendió mercadería hurtada, la que había robado con Mayo Balor, en al menos tres viajes que –entre sábado y domingo– realizaron al depósito. Además, agregó que como él tenía un brazo fracturado, solo se encargó de hacer de “campana”. Luego del primer hurto, se dirigieron al viejo aserradero, donde ocultaron las cosas. Al parecer, en una pasada, “invitaron” al tercer involucrado a sumarse para ir nuevamente a robar, a lo que éste accedió.

VENDIERON PRODUCTOS HURTADOS
Contando con la mercadería detallada, los malhechores se aprestaron a venderle algunas cosas a un vecino, de iniciales S.R.R.M., de 38 años, desde cuyo patio se le ocuparon cinco kilos de chocolate y grajeas de color. En tanto, indagado un familiar, de 23 años, habría precisado que los productos se los habían comprado a Mayo Balor y que parte de ellos los había escondido en una alcantarilla de su casa. En tanto admitió que otros bultos los había dejado en una volqueta cercana, pero un carrero que pasaba por la zona se los llevó sin que él se diera cuenta.
Asimismo, la Policía recuperó al menos cuatro paquetes de salsa de tres kilos, así como de polvo de hornear y chocolate desde una frutería de la zona de Colón al este, cuyo responsable –de 39 años– adquirió la mercadería por el valor de 800 pesos. Indagado, J.E.P.B. habría indicado que gran parte de la mercadería la había vendido y entregado a un verdulero que le abastecía su comercio, en tanto fueron halladas unas bolsas de salsa pizzera con rastros de tierra en su envase. La Policía también indagó a H.D.C.E., de 43 años, quien habría dicho que la mercadería que poseía se la había comprado a unos muchachos, pero desconocía su procedencia.
De las declaraciones brindadas por los involucrados surgió también que esta no era la primera vez que los tres malvivientes vendían productos robados a los algunos comercios de sus conocidos, ya que éstos dieron como dato que en más de una ocasión habían hurtado verdura y limones desde una instituciones de la zona, los que posteriormente le vendía a siete pesos el kilo.
La Justicia se resolvió el traslado a los cinco detenidos –los autores más dos compradores– y el emplazamiento de otros cinco involucrados. Finalmente, se dispuso el procesamiento sin prisión de Silvio Clementino Mayo Balor, A.B.M. y A.G.L.F. por un delito continuado de hurto, y el procesamiento sin prisión de S.R.R.M. por un delito de receptación.