Nacionales | 05 Sep El artículo 699 de la ley de Presupuesto determinó algunos cambios en el cobro del Fondo de Solidaridad, entre ellos el aumento del salario mínimo requerido para estar obligado a pagar el fondo, que pasó de unos 12.000 pesos a 24.000.
Entre los cambios se encuentra la forma en la que están dividas las carreras que pagan más. Antes se dividía en una primera franja a las de cuatro o menos años de estudio y ahora esa franja pasó a ser de tres o menos años de estudio. De esa forma, las carreras de menos de cuatro años pagarán 0,5 BPC (1.500 pesos) entre el quinto y el décimo año y un BPC a partir del décimo año, mientras que las carreras de cuatro años o más pagarán un BPC entre el quinto y el décimo año y dos BPC a partir del décimo año.
El presidente del Fondo de Solidaridad, Marcos Supervielle, dijo a Montevideo Portal que el cambio del mínimo no imponible para cobrar el fondo es una “cuestión de justicia social” y lo relacionó con el mínimo del IRPF.
Además, se realizaron cambios en cuanto al tiempo que el egresado debe pagar, pasando de 25 años de aporte, hasta la jubilación o los 70 años de edad. Supervielle explicó que se tomó esa decisión debido a que muchos dejaban de pagar sobre los 60 años, una edad en la que los profesionales suelen estar en su máximo de ingresos. “Nos parecía mejor que de cero a cinco años no pague nada –igual que antes– pero que de cinco a diez años pague muy poco y para que el fondo no se desfinancie llevarlo a los 70 años, siempre y cuando no te jubiles antes”, afirmó.
Supervielle dijo que existen “diferencias enormes” en los ingresos de los profesionales de las diferentes carreras pero “no puede estar contemplado”. “Necesitaríamos una súper DGI para estar controlando los niveles de ingreso, y tampoco se justifica porque las contribuciones son muy bajas. No sé por qué tanto se mira al Fondo de Solidaridad porque es un impuesto minúsculo al lado de otros impuestos”, señaló y agregó que “el que más paga, paga unos 450 pesos por mes”.
Al ser consultado sobre la compatibilidad del Fondo de Solidaridad con el carácter gratuito de la educación, Supervielle señaló que existe un fallo de la Suprema Corte de Justicia que indica que no afecta la gratuidad. “Si uno no recibe no contribuye, la gratuidad de la enseñanza se sigue manteniendo”, sostuvo.
En cuanto al carácter solidario de un impuesto obligatorio, respondió que “el concepto de voluntario no está necesariamente ligado al concepto de solidaridad” y que “el fundamento de la ley que dio origen al fondo refiere explícitamente a la solidaridad intergeneracional. La diferencia es que es la solidaridad de los activos con los pasivos que van a ser activos”. Acotó que “más allá de eso hay una idea de solidaridad con el propio país, el 18% de los egresados fueron becarios del fondo y es muy probable que sin las becas ese 18% no se hubiese recibido. Este año se han dado 8.100 becas”.