Paysandú, Sábado 12 de Septiembre de 2015
Rurales | 07 Sep El doctor Humberto Tambasco señaló que en Uruguay no se le ha dado la verdadera magnitud al muermo, salvo por las autoridades sanitarias de los departamentos fronterizos, quienes denunciaron –concretamente en Rivera– supuestos casos en Brasil. Recientemente se comprobó un caso en Chile y la posibilidad de la existencia en Argentina.
El muermo es una enfermedad infecciosa y muy contagiosa que afecta a caballos, asnos, mulas, gatos, perros y cabras. Incluso su condición de zoonosis afecta a los hombres. “Es una enfermedad sumamente peligrosa y si bien no han ocurrido casos en nuestro país, en Sudamérica se han registrado”, dijo Tambasco al programa “Diálogo Rural” de radio Durazno.
Señaló que se caracteriza por la presencia de nódulos ulcerantes en vías respiratorias, pulmones y en la piel. “Cuando digo nódulos me refiero a una elevación que se registra en la piel y que tiene más de un centímetro de diámetro. Si lo palpas, no se diluye”, dijo. Advirtió que el contenido se termina licuando y se transforma en pus, “abriéndose una boca hasta transformarse en un verdadero cráter”. De esa manera, tanto en las vías respiratorias como pulmones y piel, las secreciones purulentas se instalan en los alimentos, bebederos o utensilios (monturas, riendas, cabezadas), contaminando e infectando a otros animales.
FORMAS DE PRESENTARSE
Según Tambasco, la enfermedad tiene dos formas de presentarse: aguda y crónica. En la primera de ellas, siempre hablando de equinos, el animal incuba la enfermedad durante unas dos semanas. Luego comienza a tener fiebre alta (superior a los 41 grados), no come y pierde estado físico, pudiendo morir en poco días.
En la crónica los caballos son portadores de la enfermedad, pudiendo pasar largo tiempo sin exteriorizar la enfermedad pero sí contagiándola. La sintomatología es la pérdida gradual de estado físico. De ahí el riesgo que tiene esta enfermedad. “Pueden haber portadores que no los detectamos y nos enfrentamos a un problema muy serio”, precisó el veterinario. Si bien los animales terminan muriendo, puede haber otros que sobrevivan. Sin embargo, estos últimos pueden volver a contraer la enfermedad, ya que no generan defensas contra ella.
DETECTAR A TIEMPO
Para Tambasco existen pocas herramientas para luchar contra la enfermedad. No obstante, si se logra detectar con tiempo, se puede combatir. “Hacer controles, aislar a los enfermos y generar barreras sanitarias”, dijo. En Uruguay no está la enfermedad, pero es importante mantener un control constante en haras o hipódromos y si se vislumbran sintomatologías, comunicarse con el técnico de confianza o con autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Mientras tanto, desde el MGAP se decretó la prohibición de importación equina desde Brasil sin certificación que garantice su sanidad. Asimismo, la Conasa de Rivera argumenta que esto no es suficiente, pues la frontera es terrestre, por lo que los animales pueden trasladarse de un lado a otro sin ningún tipo de control.
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