TERCER CASO EN PAYSANDÚ

Locales | 09 Sep Un hombre que realiza tareas de campo, básicamente en zonas suburbanas de Paysandú, estuvo internado por hantavirus, una enfermedad trasmitida por las heces del ratón de campo, pero al haber sido detectado a tiempo, superó el problema y ya está dado de alta.
“El paciente ya está bien, fue un diagnóstico que se hizo hace casi un mes y ya está bárbaro, de alta médica y haciendo su vida normal”, dijo a EL TELEGRAFO la licenciada en enfermería Olga Rodríguez, referente en epidemiología de la Dirección Departamental de Salud.
El problema con que se encontraron es que no se sabe dónde pudo adquirir el virus, y “estamos todavía investigando, es una persona que trabaja en la parte suburbana y en algunos lugares rurales, sobre todo en los alrededores de la ciudad, lo que hace difícil determinar dónde pudo haber sido”.
La profesional aclaró que el hantavirus no tiene síntomas específicos, pero “por eso es oportuna y necesaria la consulta precoz para saber qué riesgo pudo haber tenido, para que el médico tenga una orientación para averiguar qué es, porque no es lo mismo que venga con síntomas gripales de fiebre, cansancio, malestar y dolor si estuvo haciendo trabajo de oficina, si estuvo en el campo o cortando pasto en una chacra. Esos conocimientos orientan y facilitan el diagnóstico, y permiten que el médico haga una vigilancia más cercana de esa persona para tomar las medidas compensatorias, porque aunque no tenga un tratamiento antibiótico específico, sí se pueden implementar medidas compensatorias con suero, oxígeno-terapia y haciendo bajar la fiebre. Una vez que se superan los síntomas, el virus desaparece y el paciente se cura perfectamente”.
En cuanto a la posibilidad de contagio, aclaró que “de persona a persona el contagio no es posible, necesariamente tiene que haber un vector, que para el hantavirus es exclusivamente el ratón de campo”. El contagio puede darse “si el ratón está allí y estamos en contacto con superficies que no están suficientemente limpias o en ambientes mal ventilados, comer con las manos sucias o tomar agua que no es segura”.

CUIDADO LOS COLILARGOS
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta, y lo transmiten principalmente los llamados “colilargos”. La forma de contagio más frecuente es por inhalación, y se da cuando se respira en lugares abiertos o cerrados (galpones o pastizales), donde las heces o la orina de los roedores infectados contaminan el ambiente con el virus. También puede ser por contacto directo al tocar roedores vivos o muertos infectados, las heces o la orina de estos roedores o elementos que tuvieron contacto con el virus, como madera, pasto o cualquier elemento. El caso más extremo de contagio es por mordedura de roedores infectados.
Los síntomas se parecen a un estado gripal, incluyendo fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, y a veces dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”, que si bien es poco frecuente, puede llevar a la muerte si no es tratado a tiempo, como sucedió a un joven de 28 años que trabajaba en un establecimiento rural sanducero. Como queda dicho, no hay un tratamiento específico, se atacan los síntomas.
Lo más recomendado es la prevención, evitando la convivencia con roedores de campo y el contacto con sus secreciones, evitar que hagan nidos, mantener la higiene con agua y lavandina, colocar huertas y leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio. Es recomendable ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados como viviendas o galpones y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar.