Deportes | 14 Sep Fue un partidazo de tenis. Los dos mejores del mundo colmaron las expectativas de los amantes de la raqueta jugando un auténtico tenis. La final se hizo esperar más de la cuenta debido a que se debió retrasar por unas tres horas debido a la intensa lluvia que caía sobre las canchas de cemento del Flushing Meadows de Nueva York.
Pero eso no fue impedimento para que los dos dieran lo mejor de sí en un partido que duró tres horas y media. Y en este sentido, el serbio Novak Djokovic entró más despierto para conquistar su segunda corona en el Abierto de Estados Unidos. En esta ocasión venció al suizo Roger Federer en cuatro reñidos sets de 6-4, 5-7, 6-4, 6-4.
Djokovic, número uno del mundo, consiguió su 10º título de Gran Slam y segundo del US Open, luego del conquistado en 2011, cuando venció a Rafael Nadal en la final. A esto se le debe sumar los cinco Abierto de Australia, demostrando que quiere quedar en lo grande de la historia.
Federer, segundo del ránking de la ATP, fracasó en conseguir su séptimo título del Abierto neoyorquino, jugando su primera final en Flushing Meadows desde la que perdió en 2009 ante el argentino Juan Martín del Potro.
El serbio salió decidido a quedarse con el título y, luego de un luchado primer set, lo logró sacar adelante con un buen juego. El segundo set se llevó todas las miradas y fue sumamente apasionante. Federer repuntó y sacó lo mejor de sí para quedarse con un ajustadísimo 7-5 y ponerle pimienta a la finalísima más esperada.
En el tercero “Nole” volvió a ganarlo pero no sin antes sufrir muchísimo para sacarlo adelante. Y en el cuarto ambos tenistas nos brindaron un gran tenis. Djokovic ganaba 5-2, pero el suizo jugó muy inteligente para ponerse 5-4 e intentar forzar un quinto set. Pero el serbio reaccionó a tiempo y lo sacó adelante para seguir sumando títulos en su carrera y continuar haciendo historia en el tenis mundial.