Paysandú, Miércoles 16 de Septiembre de 2015
Rurales | 13 Sep En el primer domingo de la presente edición de la Expo Prado 2015, las actividades están enfocadas al disfrute de la familia, con pruebas en la pista a cargo de la Sociedad de Criadores de Cuarto de Milla y las propuestas de las diferentes empresas que exhiben sus productos en el predio ferial.
La ausencia de lluvias ha favorecido la buena afluencia de público, previéndose que este domingo varios miles de personas visiten la muestra.
A excepción de la segunda entrada de equinos, que ingresará a la rural recién a mediados de semana, el resto de los reproductores que mañana saldrán a las pistas de calificación ya están en sus respectivos galpones, apreciándose en estas horas el intenso trabajo de los cabañeros, que procuran poner a punto los animales, tanto ovinos como bovinos, con el disfrute también de quienes se asombran por el tamaño, color o determinas características de los animales.
El público, especialmente el de la capital, se amontona a un costado del galpón de bovinos en donde tradicionalmente se preparan ejemplares de la raza Hereford, para apreciar el trabajo de los esmerados coiffeurs que dedican varios minutos por ejemplar, realizando los últimos retoques, que consisten en esquilar al animal, retocar las puntas y las zonas en donde debe demostrar sus cualidades carniceras, utilizando spray para darle la forma al pelaje del animal.
Algo similar sucede en un galpón que por ahora permanece vacío --a partir de mañana se iniciarán algunas de las ventas de los ovinos--, a un costado del que cobija a los cientos de ovinos de las cabañas más importantes del país.
Allí, los dedicados cabañeros y responsables de los establecimientos participantes de esta Expo Prado acuestan a pesados carneros y ovejas, y durante más de media hora se dedican a quitarles todo lo que entre su lana pueda perjudicarlos al momento de que el jurado los revise en la pista. Flechillas, pastos y puntas quemadas son retirados rápidamente del vellón para que luzca impecable, en tanto que las razas carniceras --prácticamente sin lana para resaltar sus virtudes de carne-- reciben un tratamiento diferencial.
Los niños, en especial aquellos que pocas veces tuvieron la oportunidad de salir de la capital o viajar al Interior y recorrer un establecimiento agropecuario, no ocultan su asombro ante el paso de los animales cuando son llevados a los bebederos para tomar agua o cuando se los lava para sacarles toda suciedad que puedan tener. Son varios los sanduceros que están “a cuatro manos”, como les gusta decir. Es que en muchos casos son varios los ejemplares que deben ser preparados, y por tal motivo han debido recurrir a diferentes personas para que ayuden en el cuidado de los animales en los galpones.
ENTRENAMIENTO
Los centros de entrenamiento reciben animales que pertenecen a diferentes dueños que han invertido para que lleguen en las mejores condiciones a esta y demás exposiciones que se realizarán a partir de octubre. El centro de entrenamiento “El Ceibo”, que se encuentra cercano a pueblo Porvenir, tiene animales en el Prado de varias cabañas. Es el caso de “Las Cortaderas” de Andrés Iglesias, “San José de Guaycurú” de Esperanza Rial de Iglesias, “María Isabel” de Luis María Dos Santos, “Gabalía” de Gabriel Eduardo Terra, “San Rafael” de Omar Burutarán, “Rincón de Pardavila” de Victoria Pérez, “Yamandú” de Andrés y Eufrasia Arburúas y “Mabaly” de Mabaly SA.
Pero también sus responsables, como es el caso de Andrés Borrazás, quien prepara animales de la raza Angus de “El Puesto” de Nazario Irazabal y “Buen Abrigo” de Peters, entre otros, y el propio Rafael Burutarán, ejemplares de las cabañas sanduceras “Nu Porá” de Glencoe SG y “La Elisa” de Walter Carlos Romay.
También es intenso el trabajo que desarrolla “Carlucho” Moreno con animales que son cuidados en su centro en las cercanías de ruta 90. A los propios de la cabaña “Santa Eulalia”, prepara reproductores de cabañas locales como “Ataliba” de Agustín Álvarez, “Piedra Mora” de Filliol y Barreiro, y “El Trébol” de Martín Salto.
EL MEJOR
Una muestra que ya se vive intensamente y con las expectativas de ver en acción a la renovación genética de nuestro país, que no es poca cosa. Un ejemplo claro es la Hereford, que este año se vanagloria de contar con El mejor Hereford del mundo, luego de la distinción a fines del año pasado de “Kamicaze”, el toro de cabaña “Las Anitas” de Alfonso, que fuera Gran campeón Polled Hereford de la Expo Prado 2014.
Como es habitual, esta y las demás pistas del predio lucirán su esplendor para mostrar el avance que distingue y diferencia a Uruguay, fundamentalmente en la calidad de nuestras carnes.
Sucede algo similar con la raza Aberdeen Angus, la más numerosa en bovinos de la muestra, que también exhibirá su crecimiento, pautado por el reconocimiento logrado el año pasado por cabaña “Bayucuá” de Salto, con la premiación de uno de sus vientres a nivel internacional. Si el clima acompaña durante la semana, la fiesta será completa. A la calificación seguirán las ventas, tal vez no voluminosas, pero sí puntuales, para que quienes invierten en genética de punta tengan la posibilidad de llevarse lo mejor de la rural del Prado.
Es el momento. Los cabañeros están prontos y los animales demostrarán el trabajo realizado en los últimos meses de preparación. La gente está ávida por observarlos en la pista y por conocer la opinión del jurado, sabiendo que un Gran campeón es una vidriera para la mejor genética del país.
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