Locales | 19 Sep Los empresarios del sector de aserraderos de Paysandú están a la expectativa de una respuesta por parte de la titular de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, a los planteos que le formuló una representación del sector durante su visita a Paysandú, hace unos 20 días.
Los empresarios consultados por EL TELEGRAFO indicaron que la ministra expresó marcado interés por interiorizarse en la situación, lo que es un primer paso muy positivo. Se comprometió en obtener más datos y analizar el tema, para después ponerse en contacto con los empresarios locales, que muestran viva inquietud por la problemática de déficit de abastecimiento de materia prima, así como por su elevado precio.
Asimismo, consideraron que los paros de los últimos días en la terminal de contenedores portuaria capitalina los ha afectado en el caso de la elaboración de bins de madera (similares a los pallets) para la exportación de naranjas, ya que ha partido el buque de ultramar con la exportación hacia Europa y se abre un período de unos 20 días a la espera de que se pueda exportar a Rusia, llegado el caso.
En el diálogo con la ministra de Industria, la delegación sanducera fue acompañada por el diputado Nicolás Olivera, quien se ha ocupado de difundir esta situación en una exposición ante la Cámara de Diputados.
De acuerdo con lo señalado por los empresarios, su problemática se mantiene vigente y en determinados períodos se agrava. Esto se debe a que no consiguen materia prima en las cantidades requeridas para poner en marcha los aserraderos al ritmo y volumen que necesitan, porque las grandes empresas forestales vuelcan su producción para uso propio y para la exportación.
Lamentablemente, acotaron, en un país que se ha forestado a pasos agigantados en los últimos 20 años, sigue faltando la madera para los aserraderos de Paysandú, debido a la postura de las grandes empresas multinacionales del sector, y actualmente se está trayendo madera desde Tacuarembó, concretamente mediante el abastecimiento que les brinda la empresa Weyerhauser.
Debe tenerse presente que en los últimos siete años han cerrado no menos de ocho aserraderos en nuestro medio, en tanto otros han tenido que prescindir de personal debido a una menor actividad.
Existe un marcado contraste con la situación de hace unos años, desde que por ejemplo, en 2009, los pocos proveedores de madera aseguraban cinco viajes por día y en 2015 aseguran un viaje de madera cada 15 días para un grupo de aserraderos, porque el gran volumen de madera se va hacia el exterior.