Locales | 20 Sep En la sesión de homenaje a los 200 años del Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y Seguridad de los Hacendados, hubo una total coincidencia de la vigencia que mantiene la idea del general José G. Artigas.
El edil Marcelo Tortorella, del PN, refirió a la Villa de la Purificación, “donde hasta el nombre elegido para aquel rancherío fundado en un lugar estratégico de nuestro territorio demuestra que no era solo el militar de Las Piedras o el patricio acomodado a los beneficios de la vida ciudadana, sino que en realidad era uno más de su pueblo y eso lo explica con el ejemplo y por qué la paisanada se miraba en él. Como un verdadero líder social de su tiempo y paradigma del líder sociopolítico que muchos dicen admirar y muy pocos imitan, Artigas sembró las bases de una verdadera refundación social de la provincia en la llamada Liga Federal, junto a pueblos de igual talante que el nuestro por la forma de vivir, sentir, hablar, andar a caballo y, fundamentalmente, por el profundo desprecio hacia todo afán totalitarista”.
Tortorella, entre otros conceptos, señaló que “las ideas del jefe de los orientales de dar libertad a los oprimidos, en democracia, república y federación, debían sostenerse en políticas de restauración social para enfrentar el deterioro económico de la principal riqueza y de la naciente Patria oriental. Un ejemplo de ley para la producción y de garantía constitucional para quienes viviesen del esfuerzo de su trabajo fue la prohibición del traslado y exportación de ganado en pie al Reino de Portugal (Brasil), la protección de los vientres del ganado al prohibir matar hembraje, no enajenar ni hipotecar la tierra recibida y emplazar a los nuevos propietarios en sus tierras, sosteniendo ‘que los más infelices, sean los más privilegiados’. Fue la única vez que nuestra campaña experimentó una reforma decididamente avanzada y signada por el principio de tierra para el que la trabaja”. El edil finalizó sus palabras leyendo un poema de su padre Héctor Tortorella Crovetto, de 1975, titulado la “Meseta de Artigas”.

EVOCACIÓN DEL
PARTIDO COLORADO
Desde la bancada del Partido Colorado intervino la edila Laura Cruz. “A mí me gustaría venir al presente porque en todos los niveles de la educación de nuestro país se están realizando jornadas para reflexionar sobre los principios de Artigas y los postulados de este Reglamento”, expresó y luego citó palabras de la presidenta del Instituto Nacional de Colonización (INC) en una entrevista: “La vigencia de los valores de ese documento es total, base ideológica de la ley de creación del INC. Alumnos de las escuelas rurales recibirán unos librillos que contienen el Reglamento de Tierras y una historieta alusiva del grupo Bandas Orientales, hecha por un grupo de investigadores que se adentraron en los ejes fundamentales del ideario artiguista”.
Cruz recordó que “el programa Uruguay Rural del MGAP entregó cuadernos para las escuelas rurales en la fecha emblemática; un material didáctico importante porque tiene impreso el Reglamento de Tierras y una serie de localidades del Interior con las que se ha trabajado en forma conjunta”. La edila añadió que “la reflexión debe ser la vigencia de estas ideas, de este Reglamento que fue en realidad la primera reforma agraria en América Latina, no solamente en la Provincia Oriental”.

LA VISIÓN DEL FRENTE AMPLIO
El edil Nicolás Superí, del Frente Amplio, dijo que en consonancia con aquel pasado histórico, “el Uruguay sigue siendo un país de base agraria en constante conflicto con la tierra.
Hay rasgos estructurales que parecen inalterados y que sirvieron al mantenimiento de las estructuras dominantes en el medio rural, cuyas consecuencias se han reflejado en todos los aspectos de la vida del país. Una constante es el latifundio, ya presente en la época colonial, con sus orígenes en la deficiencia de la legislación española y en el favoritismo practicado por sus autoridades”. Aseguró que “a esa estructura rural predominante pretendió enfrentar el artiguismo con el Reglamento de Fomento de la Campaña, hito fundamental en el pensamiento y en la acción del caudillo, solitario en el escenario de la revolución”.
“Repartir tierras no era fácil, los hacendados temblaban ante una política que conmoviera las bases de la propiedad. El hombre que había contado con el respeto de los adherentes del campo, los negros y los indios, del que los grandes hacendados se habían aprovechado de su baquía y su valor para pacificar el campo de matreros y portugueses, fue justamente quien rompió con la función que de él esperaban las clases dominantes.
Fue el hombre que de lo social no hizo una cuestión de policía o de mera represión, sino una cuestión de brindar posibilidades a quienes siempre habían sido olvidados”.
Superí aseveró que “este es un bicentenario para recordar, pero a su vez para reflexionar de dónde venimos, qué hicieron del ideario artiguista nuestros referentes partidarios, dónde estamos y para dónde vamos”.