Locales | 21 Sep Y como diría alguien, “siempre aparece un Ford A”. Es que fueron muchos los que se fabricaron y bastantes los que llegaron a estas tierras del Plata o del río Uruguay. Y como se trata de un vehículo noble, fuerte y duradero y muchos han resistido el paso del tiempo, además de gozar de la preferencia de mucha gente, siguen sobreviviendo, algunos realmente bien presentados.
El que hoy presentamos pertenece a Rodrigo Coria, quien hace un año lo adquirió. Es la versión de dos puertas, cerrado, pintado de color bordó, con techo y guardabarros negros.
Nos comentaba Coria que el motor original de cuatro cilindros ni se tocó, que funciona a pleno, en cambio fue repasada la carrocería, se hizo la chapa y se le dio una mano de pintura. El auto funciona sin problemas y está con sus elementos originales.

EL SEGUNDO GRAN ÉXITO
El modelo A fue producido por la Ford Motor Company entre los años 1927 y 1931, y fue el segundo gran éxito de la marca Ford, precisamente. El primer Ford A se fabricó el 20 de octubre de 1927, pero no salió a la venta hasta el 2 de diciembre de ese mismo año.
Al igual que lo acontecido para el caso del primer éxito, o sea el modelo T, Ford buscó darle a este modelo esa misma sensación de construcción robusta y simple; le colocó el motor cuatro cilindros de 3,9 litros y 44,3 Hp en posición central delantera –que cambió por un 4,2 litros de 47,3 Hp en la versión de 1928 hasta 1931-- con una caja de tres marchas. Sin embargo, el ’27 aún tenía la caja del Ford T, con pedal selector de marcha en lugar de palanca, siendo un híbrido que salió prematuramente al mercado para competir con el por entonces más avanzado Chevrolet.
El “A” Se fabricó en distintos tipos de carrocería. Entre las ventajas que proporcionó la llegada de este vehículo estaba precisamente la nueva caja de cambios de 1928, amortiguadores hidráulicos y el sistema de frenos en las cuatro ruedas. Este Ford A de dos puertas presenta dos grandes vidrios laterales por lado, fijo el posterior, los guardabarros unidos por el estribo, rodado con rayos de alambre, faros delanteros ubicados junto al capó instalados sobre una barra horizontal y la rueda auxiliar adosada a la popa del auto. Un auto que se presenta en buen estado, lo que responde al buen trabajo de mantenimiento y, en este caso además, a la tarea desarrollada en su carrocería, con una mecánica absolutamente confiable. Y como otros congéneres de la marca, lleva ya ochenta y cinco años circulando, lo que demuestra ser un referente de una cosa bien hecha.