Paysandú, Viernes 25 de Septiembre de 2015
Locales | 21 Sep En una asamblea que contó con la presencia de delegaciones de 17 aeroclubes en la sede del Aeroclub Paysandú, se resolvió reactivar la Federación Uruguaya de Aeroclubes (FUDA), como instrumento para enfrentar la decisión de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) de establecer una serie de pautas para la formación de pilotos.
La asamblea del sábado tuvo una segunda parte durante la tarde en la que se recibió a una delegación de la Dinacia encabezada por la jefa de licencias y habilitaciones aeronáuticas, Silvana Tonello. “Fuimos invitados por la FUDA para informarnos de la realidad de los aeroclubes del Interior y explicarles el proceso de certificación para presentar alumnos de ahora en adelante, ya que cambió la normativa uruguaya, se adoptó la Latinoamerican Aviation Regulation (LAR); por eso fue la reunión, para contarles de qué se trata”, dijo a EL TELEGRAFO la funcionaria.
Tonello se manifestó optimista sobre llegar a un entendimiento, “es un trabajo diferente, otros requisitos; lo que ellos propusieron fue unirse como federación, que les facilitará la adopción de esta metodología, de estos requisitos nuevos”.
Con la nueva normativa, dijo Tonello, “se apunta a una instrucción certificada, a instalaciones habilitadas debidamente, a un programa de instrucción y aeronaves que estén en perfecto cuidado y vigilancia de la autoridad aeronáutica, para la excelencia de la instrucción de la aviación. La normativa ya está vigente desde el 10 de julio, pero como toda cosa nueva, se está dando plazo para incluir todas las realidades del Uruguay”.
En las condiciones actuales los aeroclubes no pueden presentar alumnos “si no han empezado el proceso de certificación; tienen un año para certificarse, si ellos van a buscar otro método o alguna dispensa, eso ya no depende de mí, sino de la dirección”, explicó.
Una “dispensa sería alguna manera distinta de enfocar la instrucción, como por ejemplo, todos los aeroclubes juntos presentar un manual de instrucción y procedimientos, como una fundación conjunta, no hacer cada uno un manual de instrucción. Lo pueden hacer como una unidad y presentarlo para los exámenes teóricos y prácticos en la Dinacia”, agregó.
IRREALIZABLE
De hecho, diferentes aeroclubes ya han encontrado inconvenientes con alumnos que cursaban su instrucción a la hora de tramitar la licencia ante Dinacia. Para el presidente de FUDA, Nelson Souza, “es un tema tan grave que mata a la aviación civil uruguaya; fijate si será grave”.
Souza dijo que por la concurrencia de 17 aeroclubes, esta asamblea constituyó un hecho histórico para la aviación civil uruguaya.
“La Dinacia, que es el ente que rige la aviación civil uruguaya, quiere imponer algo totalmente irrealizable en el Uruguay. Está trayendo normativas que son americanas, que se aplican en Estados Unidos, gente de primer mundo, gente que tiene dinero, para ponerlas en este país, que no tenemos los recursos económicos que tienen ellos ni manera de cumplirlas”, afirmó.
A modo de ejemplo, Souza señaló que “hoy un piloto civil viene al Aeroclub Paysandú, se presenta, da un examen, tiene clases teóricas en la casa de él, va a la casa de un amigo y estudia. Lo que te pide esta regla ahora es que vos tengas un salón de aulas, con horario y un profesor designado. Eso puede hacerlo solamente gente que estudia para ser piloto comercial, la gente que vuela por amor a la aviación no puede cumplir ese horario, y al no hacerlo, desincentivan el fomento de la aviación civil”. El presidente insistió en que “si vos no podés cumplirlo, no podés ser piloto, y si no sos piloto, hay menos pilotos civiles en el mercado. Son exigencias que no son reales para el mercado uruguayo”.
Souza atribuyó este cambio a imposiciones que llegan desde la Organización de Aviación Civil Internacional, que “fueron aceptadas por el organismo uruguayo de contralor, que falló en aceptarlas”, pero “la realidad del mercado aeronáutico civil no es esa, si la aplicamos, se muere la aviación civil”, reiteró.
Estar a la altura de lo que se requiere en la nueva norma implica una inversión importante para los clubes, pero a su vez también un incremento en el valor de los cursos de vuelo.
“Hay que hacer salones de clases, tener dos o tres instructores para los alumnos, y todo es rentado. El alumno que venga a volar ahora, si se aplica, le costará mucho más caro ser piloto. Ellos te piden que certifiques como escuela de vuelo, esa certificación lleva muchas cosas que hoy no estamos en condiciones de cumplir ni económicamente ni en materia de infraestructura, porque no tenemos lo que ellos piden”, dijo.
La refundación de la FUDA es el primer paso “para actuar como una persona sola frente a la Dinacia, enfrentar a la Dinacia como una federación que representa a todos los aeroclubes”, manifestó Souza.
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