Opinion | 22 Sep Después de un largo periplo, hoy el pueblo uruguayo finalmente toma posesión de una parcela en las tierras del solar donde estuvo enclavada Villa Purificación del Hervidero, capital de la Liga Federal.
En el marco de la conmemoración del Bicentenario del gobierno artiguista y el Reglamento de Tierras de 1815, se inaugura hoy un solar conmemorativo en el sitio donde estuvo Purificación. Se trata de una pequeña porción del solar donde la investigación científica comprobó que estuvo el cuartel general y población desde donde Artigas gobernaba el Protectorado de los Pueblos Libres, en tierras de la actual estancia El Hervidero, en el departamento de Paysandú.
El camino ha sido largo y dificultoso, pero la inauguración de hoy tiene un doble significado. El primero es tangible y concreto y refiere a apropiación por parte del Estado de un solar conmemorativo y su habilitación al uso público. El segundo, refiere al valor simbólico de este hecho que representa la toma de posesión por parte del pueblo uruguayo de un sitio de recordación, de un sitio que nace para la memoria.
Además, la inauguración implica hacer claramente visible para cualquier persona que Purificación no estuvo ubicada en la Meseta de Artigas, como durante mucho tiempo se pretendió instalar en el imaginario popular. La Meseta de Artigas es monumento histórico nacional que además de tener una de las vistas más bellas del río Uruguay es, desde 1899, un lugar de recordación de la figura del Prócer, pero no fue allí que estuvo la Villa de Purificación.
La dilucidación del sitio exacto donde Artigas estableció Purificación fue objeto de un largo tratamiento parlamentario y de investigaciones científicas, que comprobaron que la capital artiguista se ubicó en campos cercanos a la Meseta, aunque no en ella.
Aún sin poder acceder a él, Purificación, el lugar elegido por José Gervasio Artigas como sede de la Liga Federal, fue declarado Monumento Histórico de la Nación el 22 de abril de 2003, a través de una ley que establece la creación de un Parque Nacional en ese sitio. El artículo sexto de la Ley 17.631 ordena al Poder Ejecutivo la delimitación del predio declarado Monumento Histórico Nacional dentro de los padrones 4.980 y 4.983, pertenecientes a la estancia “El Hervidero”, y la creación de un Parque Nacional a efectos de que este sitio histórico pueda ser visitado.
El impulsor de dicha ley fue el diputado Félix Laviña (Partido Colorado) quien falleció antes que la misma resultara aprobada y que trabajó arduamente con las distintas bancadas parlamentarias para sacar adelante esta norma desde el convencimiento personal de que Purificación debía ser un lugar de peregrinación, algo así como “la Meca de los uruguayos”.
La idea originaria del diputado Laviña era “hacer una delimitación inteligente y prudente” utilizando unas seis o siete hectáreas --de las más de doscientas que involucran los dos padrones señalados-- para “crear un parque donde el pueblo uruguayo pudiera de una vez por todas reverenciar la figura de Artigas”. Y eso --destinar una parcela de tierra, aunque muy pequeña, como lugar de recordación-- es lo que se terminó haciendo. En los 12 años que transcurrieron entre la aprobación de la ley y la actualidad hubo otras opiniones, e incluso durante el gobierno del expresidente José Mujica, el intento de expropiación por parte del Estado uruguayo de mayores áreas, lo que no prosperó. Lo que finalmente se hizo fue un acuerdo con el propietario del lugar quien accedió a donar el solar que ahora se habilita como “solar de Purificación”. Hoy lo importante es que el largo camino hacia ese reencuentro simbólico con Artigas, finalmente se ha producido.
En este momento, es importante recordar que aún antes que este tema fuera incluido en el texto de una ley y, por supuesto, después de esto, fueron muchas las personas que trabajaron para que el acceso al sitio de Purificación fuera realidad. La reivindicación de la capital olvidada puede rastrearse desde hace casi 40 años e incluye, entre otros, hitos como una investigación de Aníbal Barrios Pintos, encargada por la Intendencia de Paysandú en 1977, el histórico artículo de Diario EL TELEGRAFO de la misma década, la investigación histórico arqueológica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UdelaR) en los años 2000 y la Comisión de Ciudadanos Pro Purificación que ha venido bregando incansablemente para obtener concreciones en relación a este tema.
Como bien señaló José Rivero Horta, sanducero estudioso de la historia local, durante la sesión extraordinaria de la Junta Departamental en Meseta de Artigas en setiembre de 2012 al preguntarse por qué Purificación no podría ser la “capital espiritual” del Mercosur, “allí el Protector de los Pueblos Libres --título que no tuviera ningún otro hombre sobre la faz del mundo--, realizó un gobierno que miraba la integración regional y el desarrollo. Allí concretó sus ideas americanistas de autonomía, soberanía y república, se adelantó a su época, luchó por la unidad socioeconómica de la región preocupándose por los adelantos científicos y culturales, creó la primera escuela de la Patria, propició la creación de la Biblioteca Nacional. Con dignidad moral y grandeza gobernó desde el territorio sanducero, luchando por el necesitado, el humilde y el indígena, repartió tierras creando una verdadera reforma agraria con derechos y obligaciones y gobernaba 750.000 kilómetros cuadrados desde Purificación (...) Desde la Meseta, Artigas nos convoca a todos para que Purificación del Hervidero sea una realidad y verdaderamente el altar de la Patria, donde todos podamos ir a buscar la llama de luz, el ideario artiguista, y la llama de calor, la hermandad de su pueblo, y que Paysandú siga siendo la Capital del Artiguismo”.
Pues bien, Paysandú es hoy más que nunca Capital del Artiguismo y Purificación adquiere una nueva dimensión, no ya como algo por conquistar y recuperar sino como un patrimonio histórico, espiritual y simbólico. El largo proceso por poner un pie en Purificación ha terminado, ahora viene el esfuerzo colectivo por mantenerlo vivo en la memoria.