Deportes | 26 Sep El maltrecho Ejecutivo de la FIFA se reunió en Zúrich para definir algunos temas. El primero fue que definitivamente el Mundial de Catar 2022 se jugará del 21 de noviembre al 18 de diciembre, teniendo en cuenta las altas temperaturas de mediados de año. El segundo radicó en que el 26 de febrero del próximo año se elegirá al nuevo presidente en un Congreso Extraordinario, así como se establecerán cambios en el estatuto.
Previo a la reunión se informó que se daría una conferencia de prensa por parte del presidente Joseph Blatter, pero horas más tarde se canceló la presencia del suizo ante los medios. Y ahí fue cuando todo saltó a la luz: el fiscal General de Suiza había llegado a la sede de FIFA para tomar declaraciones a Blatter tras haberse abierto un proceso penal en su contra.
Lo que se esperaba, parece que se acerca: Blatter ya no es intocable. Se lo acusa de gestión desleal y abuso de confianza, en primer término porque firmó un contrato desfavorable para FIFA pero lucrativo para la Concacaf, que era presidida por Jack Warner, exvicepresidente de FIFA y muy cercano a Blatter. Warner fue uno de los dirigentes acusados por la Justicia estadounidense, que destapó finalmente la olla de corrupción dentro del organismo que rige los destinos del fútbol mundial, y que será extraditado al gran país del norte.
Pero la Justicia suiza apuntó también a un "pago desleal" de unos dos millones de euros al presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, "en perjuicio de la FIFA". El exfutbolista es el gran candidato a suceder a Blatter, pero también está en la mira por haber recibido dinero que supuestamente correspondían a una serie de trabajos realizados entre 1999 y 2002, pero el pago se hizo en 2011.
Platini fue lógicamente interrogado al respecto. Y aclaró que "esa cantidad se refiere al trabajo que llevé a cabo en virtud de un contrato con la FIFA".
Lo que queda en claro es que la Justicia suiza le apunta directo a Blatter. Y seguramente faltará muy poco para que Estados Unidos dispare, porque hace rato lo tiene en la mira.