Opinion | 27 Sep Bajo el título “La Intendencia pone a disposición de la UdelaR la actual terminal de ómnibus”, dábamos cuenta ayer de una determinación del intendente departamental que consideramos muy adecuada y especialmente conveniente para el departamento de Paysandú.
Según informábamos: “La Intendencia está decidida a pasar la actual terminal de ómnibus --cuando sea inaugurada la nueva-- a la órbita de la Universidad de la República (UdelaR) para que sea usada para cursos del Instituto Superior de Educación Física (ISEF), pese a que actualmente rige una resolución que establece que ese lugar debe ser destinado al departamento de Descentralización, que fuera firmada por el exintendente Mario Bandera”.“Así fue indicado ante el rector de la UdelaR, Roberto Markarián, quien estuvo en Paysandú y fue recibido por el secretario general de la Intendencia, Mario Díaz, y por la directora general de Promoción y Desarrollo (y exdirectora del Centro Universitario de Paysandú), Margarita Heinzen. A Markarián, cuadragésimo séptimo rector de la UdelaR, lo acompañó el actual director del CUP, Carlos Planel. El rector, por su parte, dijo que a la noticia ‘la bien recibo, pero no me animo a dar una respuesta; son cosas delicadas, de inversiones importantes’”.El secretario general, Mario Díaz, dijo por su parte que se trata de “una idea que surgió por iniciativa de la UdelaR y en la reunión que hemos mantenido con el rector Markarián confirmamos la disposición del gobierno departamental de avanzar en esa dirección”, agregando que no solo “estamos con la idea de pasar la actual terminal a la universidad, sino que estamos considerando disponer que uno de los comedores municipales se transforme eventualmente en un comedor estudiantil”.
La lógica hace que apoyemos plenamente la idea, dado que ya la habíamos planteado hace varios meses cuando bajo el título “¿Y qué hacemos con la “vieja”?” sosteníamos que se trataba de dos buenas noticias para el futuro ciudadano; por un lado que contaremos con una nueva y magnífica terminal de ómnibus y además que la Intendencia tendrá a su disposición --recuperado para otros usos-- el edificio que actualmente cumple esa función.Ante esta situación, que será un hecho a breve lapso, es imprescindible que se decida ya el destino de la importante estructura que quedará vacía y es así que pensando en Paysandú, en la comunidad sanducera y en su futuro vemos al menos una muy buena opción que consideramos debe ser cuidadosamente analizada para su puesta en práctica.Veamos: el Centro Universitario de Paysandú ha llegado ya a los tres mil estudiantes y sus autoridades indicaron que deberán ampliar aún más sus instalaciones, para poder atender adecuadamente al alumnado. Por consiguiente, y viendo en el horizonte un magnífico aporte en el progreso de Paysandú, por qué no establecemos en ese lugar o quizás mejor dicho en esa zona que comprende canchas, piscinas, pistas, un campus. Y cuando nos referimos a un campus lo hacemos exactamente con el significado que la Real Academia Española otorga al vocablo: “Conjunto de terrenos y edificios pertenecientes a una universidad”.
Posteriormente establecíamos que “el Centro Universitario de Paysandú (CUP) solicitó a la Intendencia Departamental la cesión del actual local de la Terminal de Ómnibus a fin de convertirlo en un campus deportivo, una vez que se inaugure la nueva terminal en la zona de los estadios”. El planteo, en consonancia con la idea que presentáramos en nuestro editorial del domingo 30 de marzo pasado, fue bien recibido por quien en ese entonces era el intendente sanducero, Bertil Bentos.
Pasado un tiempo, cuando el Ejecutivo Departamental adoptó una determinación distinta, no tuvimos dudas en sostener que se trataba de una “decisión a contramano de los intereses de Paysandú”. “Pero el hecho de que la Intendencia necesite espacio para algunas de sus oficinas, para atender mejor al usuario y para que su personal trabaje con mayor comodidad no debe ocultar la trascendencia, importancia y clara necesidad que la ciudad --la comunidad-- tiene de que la UdelaR aumente su presencia y traiga más y más propuestas de educación terciaria”, dijo EL TELEGRAFO.
La carencia locativa argumentada por la Intendencia para tomar aquella resolución no puede ser encarada parcialmente por este medio sino que debe ser parte de un proyecto edilicio total, que ya hemos planteado en esta columna. “Es de sabios rectificar”, según afirmó Alexander Pope, y por lo tanto la determinación municipal debe ser bienvenida y habrá que tomarla como un punto de partida para una nueva e importante conquista sanducera.
Entendemos que ante el acuerdo que seguramente se firmará, la Intendencia podría establecer como contrapartida que simplemente la Universidad de la República siga cumpliendo su cometido ampliando sus servicios. Que se potencie el ISEF, que se ofrezcan más carreras, que haya mejores servicios; en definitiva, que se ofrezca a nuestra juventud más y mejores oportunidades de concretar estudios terciarios.
Claramente necesitará apoyo económico para encarar ese “despegue” y es allí donde nuestros representantes deberían asumir un papel protagónico, pues los tres diputados electos por Paysandú deberían trabajar al unísono, como ya lo han hecho, para llevar adelante esta iniciativa de beneficio para todos los sanduceros.