Opinion | 04 Oct El 4 de octubre fue declarado Día Mundial del Animal en conmemoración a San Francisco de Asís, considerado el primer humano que concibió la relación de sí mismo con todas las cosas creadas, sin importar la diferencia e institucionalmente, se estableció en 1978 a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco). Este organismo señala que el desconocimiento o desprecio de los derechos de los animales, llevaron a cometer crímenes contra la naturaleza.
En Uruguay existe la Ley 18.471 de Bienestar Animal, reglamentada desde marzo de 2014 que no ha sido plenamente ejecutada, sino --por el contrario-- ampliamente discutida aún.
También existe la Comisión Nacional Honoraria de Bienestar Animal (Conahoba) conformada por representantes ministeriales con injerencia directa en el tema, la Sociedad de Medicina Veterinaria y las protectoras de animales. La comisión fue citada al parlamento en junio pasado ante la certeza del incumplimiento de la ley por la constatación de una problemática nacional que confirma animales sueltos en la calle, la organización de peleas clandestinas o el descuido de especies en vías de extinción.
La Conahoba se quejó de la falta de recursos económicos y humanos, enmarcado en un vacío presupuestal y la secretaría del Ministerio de Educación (MEC), aseguró que se destinaron $1.500.000 de los cuales se ejecutaron $423.000, o sea, un nivel muy bajo para la injerencia de la comisión.
Las instituciones manifestaron allí su sorpresa y aseguraron que desconocían la disponibilidad de recursos, que según el MEC se dirigieron a servicios sin relación alguna con el bienestar animal. Tal situación denunciada en comisión parlamentaria desnuda desprolijidades varias y falta de jerarquía institucional, donde una comisión asignada para velar por una problemática no resuelta en el país, no otorga una opinión calificada ni tampoco el gobierno impulsa o avala una resolución al respecto. Incluso las prioridades quedan bajo un halo de duda cuando se observa que una ley aprobada en 2009, recién se reglamentó en 2014.
Ahora la solución se presenta con el formato de traspaso de la Conahoba --que pasará a llamarse Comisión Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal-- al Ministerio de Ganadería y su definición en cinco artículos de la Ley de Presupuesto. Las instituciones rechazan tal resolución, en tanto no incluye a las protectoras de animales y disminuye la cantidad de delegados, al tiempo que organizan una marcha masiva para el 23 de octubre.
Mientras la discusión se extiende, las jaurías que en algunos casos se conforman por animales abandonados a la vera de las rutas y hacen lo que sea por subsistir, amenazan las majadas y provocan verdaderos estragos. Solo el compromiso político, conciencia colectiva y la esterilización masiva brindará una tranquilidad a las diversas partes involucradas en tan vasto tema.